Roberto Soldado no jugará este mediodía en Getafe por lenguaraz, ya que, en un estado de sobrexcitación y tal vez sintiéndose expoliado, se encorajinó sobremanera ante el trencilla Prieto Iglesias en el último encuentro de Liga en el Madrigal que enfrentó a los amarillos ante el Eibar. Si Soldado no estuvo bien, el juez estuvo peor, confundiendo la autoridad con el autoritarismo y en vez de amonestar al visceral reclamante lo ajustició con una expresión cor-poral desmesurada.

Prieto Iglesias es de los colegiados malos; no lo dice este juntaletras, sino el Comité Técnico de Árbitros (CTA), que siempre lo clasifica en la cola de la tabla en cada temporada. Arbitra al Villarreal asiduamente porque así lo quieren Victoriano, Evaristo y Antonio Jesús. ¿Designadores imparciales? Pues va a ser que no. En tres años, Prieto Iglesias ha dirigido hasta en cinco ocasiones al Submarino, siete al Getafe, seis al Sevilla y al Málaga, cinco al Levante, Celta, Rayo... y una sola vez al Barcelona y al Madrid. Los clubs pagan lo mismo por derechos arbitrales, pero los designadores ya se cuidarán muy mucho de no enviar a Prieto Iglesias al Camp Nou o al Bernabéu, no vaya a ser que le meta la tarjeta en los morros a uno de los galácticos y se monte el pollo gordo. En este nuestro fútbol puede que haya fraternité; liberté ya lo dudo; pero egalité, de eso seguro que no hay. H