Cada tenista español que abre la boca, lo hace para criticar la designación de Gala León como capitana de la Copa Davis. Pese al acercamiento que la madrileña ha mantenido con los representantes de la Armada que disputa el Valencia Open 500, lo cierto es que las posturas, lejos de limar asperezas, se distancian.

David Ferrer habló ayer al respecto. “El diálogo fue correcto, para conocer la postura de la capitana que, hasta ahora, no había dado señales de vida”, comentó el alicantino. “No es un debate sexista. Me hace mucha gracia cuando se hace demagogia, como cuando dijo que no tenía que pedir perdón por ser mujer. Solo faltaría eso. Por ahí no va el debate de los jugadores”, profundizó el de Xàbia.

Mientras, José Luis Escañuela, presidente de la federación española de tenis (RFET), parece inmune a las presiones. “Sé que la decisión que he tomado ha sorprendido a muchos. En todo caso, he elegido a Gala León tanto porque es lo mejor para el tenis español como porque está perfectamente capacitada para desempeñar las funciones que se le han encomendado”, aseguró ayer. H