La «falta de alegría» fue la tumba de Quique Sánchez Flores como técnico del Espanyol. Así lo aseguró el vicepresidente de la entidad blanquiazul, Carlos García Pont, en rueda de prensa junto al que hasta final de temporada será el entrenador del primer equipo, David Gallego, tras el despido el pasado viernes del hasta ahora entrenador y del secretario técnico, Jordi Lardín. «No hemos tomado esta decisión porque la gradería se gire hacia el palco, sino porque pensamos que podemos dar un poco de alegría a la plantilla», ha señalado García Pont.

GALLEGO, ILUSIONADO / Quique recogió sus enseres en Sant Adrià antes de que Gallego realizara su primer entrenamiento con el Espanyol, al que hoy dirigirá en Montilivi. «Estoy muy ilusionado y orgulloso de que se apueste por mí», señaló el nuevo entrenador. Felipe Sánchez toma las riendas de la dirección deportiva.