Para cualquier equipo, afrontar dos desplazamientos consecutivos antes del parón que se avecina sería un problema, teniendo en cuenta la dificultad máxima de encadenar dos buenos resultados a domicilio en una Liga tan exigente como la española, en la que, a estas alturas —11 partidos para el final— ya todos los equipos tienen muchas cosas en juego, por arriba o por abajo.

Sin embargo, para el actual Villarreal manejarse lejos del Estadio de la Cerámica puede ser un aspecto positivo para afrontar el paréntesis en la Liga lo más cerca posible de esa cuarta plaza que ahora ostenta el Atlético, cuatro puntos por delante del equipo que dirige Fran Escribá. La solidez que ha alcanzado el Submarino como visitante será la mejor garantía para la salida, el próximo viernes, al estadio de Gran Canaria, donde el objetivo será mantener el pulso con los colchoneros o, incluso, acercarse un poco más a la plaza de Champions, teniendo en cuenta que los de Simeone reciben a un hueso tan duro como el Sevilla, que sigue peleándole el título al Real Madrid y al Barcelona.

La derrota, lejano recuerdo

Tal es la confianza del Submarino en sus compromisos fuera de casa que el amarillo es, hoy por hoy, el equipo de la Liga que más tiempo acumula sin ceder una derrota como visitante. El 20 de noviembre del pasado año lamentó su último traspiés a domicilio, en San Mamés. A partir de entonces, el Villarreal ha encadenado siete desplazamientos consecutivos sin derrotas, alcanzando la marca del Villarreal de Pellegrini en la campaña 2008/2009.

Nadie en la Liga española tiene tan lejano el recuerdo de una derrota. El líder, por ejemplo, lo tiene bastante reciente. Cayó en Mestalla el pasado 22 de febrero. El Barça perdió contra todo pronóstico en Riazor el pasado domingo, mientras que el Sevilla lo hizo ante el Espanyol en el primer encuentro de la segunda vuelta. El cuarto equipo de la actual Liga, el Atlético, hincó la rodilla precisamente ante el Villarreal en la jornada 15.

El de Escribá, por tanto, es el único equipo que se mantiene invicto en sus visitas en lo que llevamos de 2017, un tramo de temporada en el que el Submarino ha conseguido tres triunfos —las tres últimas salidas a San Sebastián, Pamplona y Vigo—, superando las dos victorias de la primera vuelta, en Málaga y en Gijón. El único lunar del año a domicilio tuvo lugar en Anoeta, en la Copa, la única derrota de los tres primeros meses del año en todas las competiciones —los amarillos también sumaron la victoria europea, aunque insuficiente, en Roma—.

Como Madrid y Barça

En lo que respecta a fiablidad fuera de casa, el Villarreal se equipara a los dos grandes del fútbol español. Como el Real Madrid y el Barça, el Submarino también contabiliza tan solo dos ceros lejos del Estadio de la Cerámica.