Fernando Gaviria (Quick Step) hizo honor a su apodo de Misíl de Antioquía con una contundente victoria al esprint en la tercera etapa del Giro de Italia, la última en la isla de Cerdeña, entre Tortolí y Cagliari, de 148 kilómetros.

Gaviria, nuevo líder de la carrera, no es el escarabajo estereotipo del ciclismo colombiano, es un velocista puro con genes ganadores, doble campeón del mundo en pista, debutante en el Giro y en una de las grandes.

A la tercera fue la vencida y levantó los brazos rematando un enorme trabajo del Quick Step, encargado de provocar un abanico a 10 kilómetros de meta que destrozó el pelotón y anuló a Greipel, quien le cedió el liderto.

Gaviria, en el tren ganador filtrado por el viento y el impulso de la escuadra belga, explotó en la recta de meta, saliendo desde atrás para celebrar su estreno en una carrera de las que se sueñan de antemano. Batió por velocidad al alemán del Bora Rudiger Selig y al italiano Giacomo Nizzolo (Trek).

Descansará hoy como líder, antes de despedirse de la prenda en la meta del Etna. Desbancó a Greipel por nueve segundos y el austríaco Lukas Postlberger se mantuvo tercero a 13. El protagonismo de los esprinters también reposará ante la llegada de las cumbres.