La lucha de Chris Froome para demostrar su inocencia y para defender "su legado", tal como aseguró este jueves, ha comenzado. Pero no será tarea fácil convencer a los expertos médicos de la Unión Ciclista Internacional (UCI) de que el exceso de salbutamol presente en su orina fue consecuencia de utilizar el inhalador comercializado como ventolin para sobreponerse a una crisis asmática en la Vuelta a España, que ganó. El salbutamol se puede utilizar libremente, pero sin superar un límite que el ciclista británico dobló en un control antidopaje de la Vuelta. Si no convence a la UCI, en un proceso que puede durar varios meses, se expone a una sanción, que podría llegar hasta un año, según fuentes consultadas, y perder el título de vencedor de la ronda española 2017.

Y, precisamente, el tiempo tampoco juega a su favor porque hay un precedente que lo perjudica. En el 2010, Alberto Contador inició una cruzada científica y jurídica para demostrar que la dosis de clembuterol (prohibido a cualquier nivel, a diferencia del salbutamol) hallada en su orina en un control sorpresa del Tour de aquel año, que ganó y luego le retiraron, fue consecuencia de la ingesta de carne contaminada, el famoso 'solomillo de Irún', y no de un dopaje voluntario. Contador acudió al Giro 2011 sin haber sido sancionado pero a la espera de la decisión que tomara el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) sobre el caso. A pesar de determinarse que Contador podía haberse contaminado accidentalmente de clembuterol, el corredor madrileño fue castigado con dos años en febrero del 2012, pero se le rebajó el tiempo de la sanción porque se le anuló el triunfo en el Giro 2011, que al final se le adjudicó a Michele Scarponi, fallecido en abril pasado tras ser atropellado.

La situación italiana

Los responsables de la ronda italiana, según ha podido saber este diario, no son partidarios de que se repita la situación, de que Froome gane el Giro y luego deba otorgarse el triunfo al segundo clasificado. La intención de la prueba italiana es admitirlo solo si su caso se ha cerrado sin sanción, o bien si ya la ha cumplido el 4 de mayo, día de inicio del Giro 2017, inicialmente en Jerusalén si la situación política no empeora en Israel.

Por eso, a Froome le interesa un proceso rápido, demostrar, tal como asegura él y lo respalda el Sky, su equipo, que no superó con artimañas la dosis permitida de salbutamol para tratar su crisis asmática y que si se encontraron 2.000 microgramos del fármaco en su orina fue debido a causas físicas, por ejemplo una deshidratación. El ciclista, tal como comprobó el pelotón y vieron los periodistas que siguieron la Vuelta, tosió de forma considerable durante los últimos días de carrera.

Algunos equipos ya empiezan a preparar el Tour con la idea de la ausencia del último vencedor

El salbutamol detectado superó la dosis recomendada por los alergólogos para tratar crisis asmáticas. Una especialista de la sanidad pública catalana, consultada por este diario, afirmó que se recomienda no superar los 800 microgramos por día, lo que representaría unas ocho inhalaciones. ¿Qué pudo ocurrir? "El ciclista se pone muy nervioso, y más si observa que respira con dificultad, por ello, y al hacerlo también rápido para que los rivales no se percaten de que va fastidiado, Froome pudo inhalar varias veces seguidas sin controlar las ocasiones en las que lo hacía", explica un auxiliar con muchos años de experiencia.

Sin problemas otros días

Científicamente se puede demostrar si el salbutamol procede del inhalador ventolin, con lo que Froome no será sancionado, ya que lo que se considera dopaje es usarlo por vía oral, venosa o incluso al realizar una transfusión prohibida (los métodos de Eufemiano Fuentes). "Pero lo lógico -añade la misma fuente- es que si se hubiera dopado volutariamente el salbutamol habría aparecido varios días seguidos y no solo tras una etapa". Froome pasó controles en la Vuelta cada día como líder. Lo hizo en el santuario cántabro de Santo Toribio de Liébana, luego en Gijón y en el Angliru, y solo tuvo problemas con el antidopaje en una jornada.

Si se alarga la situación, el británico también podría tener problemas para acudir al Tour, razón por la que ya algunos equipos están preparando la ronda francesa considerando la ausencia de Froome. "Mi legado no está manchado. Pero entiendo que haya gente que sospeche por la historia negra de este deporte. Todos los asmáticos sabemos lo que es el ventolin, pues su uso es muy frecuente. Pero no quiero especular sino ayudar a las autoridades a recabar toda la información para aclarar el caso", dijo este jueves el británico desde Mallorca.

Pero no todo son parabienes para el corredor. Este jueves, Tony Martin, cuatro veces campeón del mundo de contrarreloj y con varios triunfos de etapa en el Tour, fue muy crítico en Facebook. "¡Esto es un escándalo! -escribió el ciclista alemán del Katusha-. Cualquier otro ciclista habría sido apartado de inmediato. ¿Acaso él y su equipo disfrutan de un estatus especial? Está en juego nuestro prestigio".