Una excepcional galopada del galés Bale a seis minutos del final dio el 19º título de Copa al Madrid con un gol que ha entrado en la historia de esta competición y en un partido con fases de superioridad alternas por parte de ambos equipos. El Real Madrid empezó bien y marcó, el Barça dominó durante casi todo el primer tiempo y en la segunda parte el gol de Batra y el de Bale llegaron cuando sus equipos peor lo pasaban. El remate del Neymar al poste casi al final pudo propiciar un empate que no se dio.

Los primeros diez minutos fueron de superioridad madridista. El equipo de Ancelotti empezó en el encuentro con más intensidad y gracias a ello se aproximó un par de veces con peligro a la meta de Pinto en los primeros diez minutos. En el 11, tras una pérdida de Alves y una gran jugada de Bale, Benzema y Di María, el jugador argentino batió la meta del portero azulgrana, que pecó de manos blandas.

El gol cambió la dinámica del partido, ya que los de Martino se hicieron con la posesión y empezaron a jugar cada vez más cerca de la portería de Casillas. El conjunto catalán recuperó su estilo, pero no fue capaz de crear peligro ante un Madrid que, a pesar de replegar sus líneas más allá de lo que parecía aconsejable, dio la sensación de sentirse cómodo con ese tipo de partido. Esa tónica se mantuvo hasta el descanso, con opciones tímidas para el Barcelona por medio de Cesc, Jordi Alba y un remate desviado de Messi, en una fase del juego en la que la mejor noticia para el Barcelona fue la actuación de Iniesta.

El Real Madrid salía poco a la contra, pero cuando tenía la opción de hacerlo se mostraba como un equipo rápido y con las ideas muy claras, aunque apenas dispuso de más ocasiones que la de un remate desviado de Isco.

LESIÓN DE ALBA // La segunda mitad dio comienzo con la salida de Jordi Alba, lesionado, y la entrada de Adriano y con un Madrid cambiado respecto a la primera parte. Volvió a jugar como al principio, dispuso de dos ocasiones por medio de Bale y provocó que el Barça viviera sus peores momentos del encuentro. La posesión de balón del equipo culé no se reflejaba en la creación de peligro.

El Barcelona, sin remate, necesitaba el gol, pero era el Real Madrid el que más lo buscaba. Mediado el segundo periodo el partido ya se parecía poco al del primer tiempo, ya que el equipo madrileño era cada vez más protagonista, con una gran capacidad para recuperar el balón y neutralizar el ataque de su rival.

Martino intentó variar al guión con la entrada de Pedro por Cesc y poco después el árbitro anuló un gol de Bale a instancias del juez de línea. Justo en la jugada siguiente, y cuando peor lo pasaba el Barcelona, Bartra remató un córner de Xavi de forma impecable para establecer el 1-1 en una acción aislada y muy poco habitual en el juego barcelonista.

El gol reanimó al Barcelona y el Madrid se sintió excesivamente castigado. Los hombres de Martino recuperaron el dominio de la primera mitad ante un rival que volvió a cifrar sus aspiraciones en el contragolpe y que pudo marcar en buen remate de Modric (m. 80) que dio en el poste. Pero faltaba lo mejor de la noche. Una excepcional jugada individual de Bale, que recorrió 60 metros por la banda y ridiculizó a Batra, le permitió plantarse ante Pinto y superarle por debajo de las piernas. El último arreón de rabia de Neymar y del Barça se estrelló en el palo. El título era blanco. H