Un partido imparable de Griezmann solucionó con rotundidad el triunfo del Atlético de Madrid frente al Leganés, devorado y fulminado por cuatro goles del francés, y lanzó al conjunto rojiblanco a toda velocidad hacia el desafío por la Liga del próximo domingo en el Camp Nou.

Al contragolpe, de falta directa, de cabeza y de volea. De todas las formas y de todos los colores, con solo 42 minutos de diferencia entre el primero y el cuarto gol, con cuatro golpes incontestables para su rival, Griezmann ofreció una exhibición formidable de un futbolista total.

Mientras pierde jugadores en su plantilla, tres en los últimos tres días, insiste, insiste e insiste en la Liga. Nada le frena en su carrera contrarreloj, y quizá contra pronóstico, para dar caza al Barcelona, por lo que Griezmann ya tiene la vista en el Camp Nou, en un partido definitivo para él y también para esa pelea que se ha propuesto por el título de la Liga, subido en una racha de ocho victorias consecutivas.