El grupo de Vicente Montesinos y los futbolistas Pablo Hernández y Ángel Dealbert, liderado por Jordi Bruixola, ha asumido la gestión del CD Castellón tras firmarse ayer por la mañana, en una notaría de València, el compromiso por el cual David Cruz, hasta ayer presidente, se desvinculaba de la entidad albinegra.

El acuerdo contempla la cesión de los derechos de las acciones que obran en poder de David Cruz a la mercantil Capital Albinegro, que dispone de dos años para poder cumplir con los compromisos económicos pactados y firmados por las partes, que son protegidos por una cláusula de confidencialidad. El nuevo consejo de administración sustituye por cooptación al anterior y empieza desde ya a ejercer el control del CD Castellón SAD.

El empresario castellonense Vicente Montesinos ejercerá el cargo de presidente y Alfonso Hernández, padre del futbolista del Leeds United Pablo, ocupará la vicepresidencia. Jordi Bruixola, el hombre que lleva peleando durante casi un año para sacar adelante este plan de salvación del CD Castellón con gente de la tierra, recuperará el cargo de director general, junto a Pepe Mascarell, quien asumirá la parcela de búsqueda de recursos económicos. José Cano-Coloma continuará en el consejo de administración como secretario hasta que el contrato de cesión de los derechos de las acciones se cumpla en su totalidad en los diferentes apartados económicos pactados.

El contrato firmado incluye un periodo de dos meses para que los nuevos gestores conozcan desde dentro la situación real de la deuda no incluida en el convenio de acreedores y que supone la mayor preocupación.

DEUDA

El agujero se estima superior al millón de euros, pero está por evaluar y por ello la continuidad de Cano-Coloma, quien tiene la obligación de facilitar las cuentas que el propio nuevo presidente, como economista que es, se encargará de supervisar. El abogado valenciano ha sido quien más ha presionado a un acorrolado David Cruz para que aceptara su adiós al Castellón.

Las negociaciones se iniciaron en diciembre, como informó Mediterráneo en su momento, pero la intransigencia de Cruz, junto a sus constantes marcha atrás después de dar el sí, dieron al traste con los acuerdos. Incluso, durante la semana previa al partido de vuelta en Tafalla, el ya expresidente puso excusas para dilatar la firma, manteniendo negociaciones paralelas con otros grupos inversores, en un intento de ganar tiempo para buscar un mejor postor si se lograba el ascenso. El fiasco ante la Peña Sport de Tafalla ha sido determinante para que Cruz cediera, ante la fuerte presión social en su contra.

Los futbolistas Pablo Hernández y Ángel Dealbert no participarán en la gestión, pero sí colaborarán activamente como imagen de la entidad, al margen de su aportación económica. Otro hombre vinculado es Javier Heredia, relacionado al sector cerámico. El nuevo grupo entra con una inversión inicial para asumir los compromisos más urgentes, que se verá ampliada cuando conozcan las cuentas reales y se ponga en marcha el plan de viabilidad económica, cuyo paso final será la ampliación de capital a la que acudirán ya con todas las garantías de tener la propiedad del Castellón. Después del duro fiasco de Tafalla, la afición albinegra ha recuperado la ilusión, como quedó reflejado por los numerosos mensajes en las redes sociales.

CRUZ, ADIÓS TRAS CINCO NEFASTAS CAMPAÑAS

El hasta la fecha presidente del CD Castellón, David Cruz, abandona Castalia por la puerta de atrás y obligado por la crispación social generada debido a su nefasta capacidad de gestión. El catalán deja un legado muy negativo: en lo deportivo, cinco temporadas incapaz de ascender al equipo a Segunda B, disputando cuatro ‘play-offs’; en lo económico, aumentando la deuda pese al concurso; y en lo social, rechazado por la afición.