Manu Calleja suspiraba por un central, habida cuenta los problemas de Guille Vázquez (a la postre, menos graves de lo previsto), pero se ha topado con uno, sin necesidad de cubrir una de las dos fichas libres que quedan --y sin necesidad de incorporar a otro futbolista que a saber cuándo cobrará--. Ese descubrimiento (o, mejor dicho, redescubrimiento, porque no es una posición nueva para él) es David Guinot, que ha encontrado en el eje de la defensa el hueco que tiene vedado en la medular.

La repesca de Guinot le pilló con el pie cambiado, fruto de algo inesperado. El Castellón pensó en él como otro mediocentro para complementar a Ximo Forner y Jordi Marenyà, pero pocos días después de que David cambiase de camiseta, Clyde Essomba se puso a tiro de los albinegros, cerrando las puertas al almazorense. El camerunés se adaptó con premura, formando un doble pivote con el almenarense que ya ha permanecido inalterable con el paso de las jornadas.

Calleja no contó con Guinot hasta Buñol, donde el cántabro, por las peculiares condiciones del campo (el Beltrán Báguena, como el Municipal de Sedaví, es extraordinariamente pequeño), pobló la medular con centrocampistas en detrimento de hombres de banda. Allí disputó sus primeros y únicos 64 minutos en sus seis primeros encuentros en el Castellón, apenas un 12,7% cuando venía de una situación radicalmente distinta (con Iván Medall jugaba el 84,1%). Incluso no entró en la convocatoria frente al Torrevieja, aunque el técnico adujo que, aquella semana, los exámenes habían impedido que el joven futbolista de 21 años hubiese completado con normalidad las sesiones preparatorias.

DE UN PUESTO A OTRO // Guinot reapareció en Silla jugando como central al lado de Enrique. Allí, Calleja le dio un toque, porque le faltó contundencia en la acción que acabó en falta y desencadenó el gol del triunfo de los valencianos. Con todo, le mantuvo en el once en el peliagudo encuentro frente al Torre Levante, como pivote por delante de la defensa. Pero los problemas en la rodilla izquierda de Guille Vázquez y que el entrenador orellut no le tiene una excesiva confianza a Álvaro han derivado en que Guinot, a partir del encuentro en el Martínez Valero frente al filial del Elche, ya se ha afianzado en el eje de la retaguardia. Convenciendo al entrenador, además, a tenor de sus manifestaciones.

EL ELOGIO // Calleja, poco dado al halago personalizado, se quitó el sombrero -metafóricamente hablando- al término del derbi frente al Almazora, su equipo de procedencia. «Con David hemos descubierto un gran central», reseñó. El caso es que Guinot, formado el Villarreal, ya demostró sus dotes en la exigente cantera amarilla, contribuyendo, desde la defensa, a que su juvenil pusiera el listón muy alto.

Cortado entonces, Guinot encontró acomodo en el filial del Castellón hace dos veranos, pero el club decidió cederle al recién ascendido Almazora en el arranque de la temporada. Selló su billete de vuelta a la disciplina albinegra a base de buenas actuaciones, las mismas que le han afianzado en las alineaciones.