Después de los festines gastronómicos propios de las recientes fechas navideñas, es curioso que los aficionados del Villarreal sigan con hambre, aunque este apetito no corresponda precisamente a la necesidad de más alimentos, sino a la de volver a disfrutar del mejor fútbol en el Estadio de la Cerámica, escenario que no pisan desde hace casi un mes.

Para ver en acción al Submarino en casa hay que remontarse al 10 de diciembre del pasado año, cuando el Barça se llevó la victoria en un partido que a buen seguro se mantendrá intacto en las retinas de los groguets. Pero es que para ver ganar al Villarreal en su estadio hay que echar el tiempo atrás más de dos meses.

La última victoria como local en Liga se consiguió el 5 de noviembre ante el Málaga. Los de Calleja, eso sí, vuelven a jugar ante su público reforzados por sus dos últimos triunfos a domicilio frente a Celta y Valencia, aunque es cierto que el 2018 no comenzó con buen pie en Copa el pasado jueves ante el Leganés (1-0).

TRES PUNTOS OBLIGADOS // Para la visita esta tarde del Deportivo (18.30 horas), en el Villarreal son conscientes de que el margen de error es escaso, y más tras las victorias ayer de Eibar y Valencia.

Mientras el conjunto armero ha empatado a puntos al amarillo en la lucha por la Europa League tras vencer en Las Palmas, la pelea por la Champions se aleja si el objetivo es el de alcanzar al Valencia, que se impuso al Girona, aunque lo cierto es que el cuarto es el Madrid, que amanece a solo cuatro puntos de distancia.

Con el objetivo de sumar estos importantes puntos, Javi Calleja cuenta con la friolera de nueve ausencias, a las que se suma la de Bakambu, cuyo fichaje por el Beijing Guoan se da por hecho.

El técnico no contará así con su máximo artillero, como tampoco lo hará con uno de los imprescindibles en la sala de máquinas, Trigueros, que está sancionado. Por lesión se caen de la lista Andrés, Sansone, Soriano, Semedo, Bruno, Ramiro y Leo Suárez.

No todo son malas noticias en el Villarreal, que recupera a los defensas Jaume Costa y Daniele Bonera, y vuelve a echar mano de su filial con Raba, Chuca y el mediocentro Imanol, inédito hasta ahora con el primer equipo.

Enfrente del Submarino estará un Deportivo tocado por dos derrotas consecutivas, una de ellas en el derbi con el Celta.

Estos resultados provocaron que los gallegos despidiesen el año en puestos de descenso, lo que les obliga a reaccionar con un buen resultado, un objetivo que curiosamente lograron —empate y victoria— en sus últimas visitas al Estadio de la Cerámica, y llegando además en situación similar a la actual. Los de Cristóbal llegan también sin Lucas Pérez, su jugador más en forma.