Dos años después, aquí estamos otra vez, en Europa”. Fernando Roig no podía ocultar ayer su satisfacción por volver a acompañar a su equipo en una gran cita continental. Como si no se hubiera producido el largo paréntesis, el presidente del club volvió a recuperar las viejas rutinas europeas. Ver el entrenamiento desde uno de los banquillos del Borussia Park, muy cerca de sus jugadores, medir las dimensiones del escenario, las áreas… “Hemos regresado, y eso es bueno no solo para el club; también para Vila-real, para la provincia y para una Comunitat en la que este año somos sus únicos representantes en Europa”, dice con orgullo Roig.

EL RIVAL DIRECTO // Pero a la vez también consciente de que el fútbol español debe dar un giro para volver a situarse al nivel del gigante alemán, donde no solo los poderosos sobreviven. “Tenemos que aprender de Alemania, del ambiente en sus campos”, dice el presidente groguet recordando la necesidad de que en nuestro país se aplique --como ya ha puesto en marcha el Villarreal-- una política de precios para todos los bolsillos que funciona. “El Borussia tiene el doble de presupuesto que nosotros”, advierte. No en vano, Roig considera al Mönchengladbach “el rival directo”. “Al menos en teoría; después puede pasar de todo”, puntualiza.

Fernando Roig no perdió la ocasión de reivindicar de nuevo la fortaleza económica de un proyecto saneado, puesta en duda en los últimos días por algunas informaciones que el presidente tacha de “falsas” y ante las que tomará “medidas”. “No nos beneficia que se diga que hay deudas cuando en realidad no las hay. Ahí están las auditorías. Los únicos pagos pendientes son los corrientes de cualquier club, los salarios de cada mes y algún fichaje que acordamos a plazos, una cantidad que estará en torno a los 15 y los 20 millones de euros; el resto está todo perfecto. No tenemos ni deuda bancaria ni con Hacienda ni con la Seguridad Social”, explicó Roig.

El presidente del Submarino se dispone a ver esta tarde “un gran espectáculo” entre dos equipos que cuidan su cantera --“para seguir estando arriba manteniendo nuestro presupuesto es la única vía”-- y ya piensa, incluso, en la devolución de visita de los germanos, a finales de noviembre. “Pueden venir unos cuatro mil aficionados del Borussia para ese partido. Sería una buena ocasión para inaugurar el aeropuerto”, propuso Fernando Roig. De momento se conforma con que su Villarreal vuelva a estar situado en el mapa europeo, ese del que nunca debió desaparecer. H