La final de Cardiff tiene ya dos claros candidatos: uno, el Madrid; el otro, la Juventus, que anoche dio un paso determinante tras ganar con solvencia a domicilio a la gran revelación del torneo, el Mónaco, cuyo juego ofensivo no pudo con la solidez turinesa (solo han encajado dos goles en todo el torneo) ni con la legendaria figura de Buffon, que volvió a dejar su portería a cero ante el tercer equipo más goleador de Europa.

Y fue Gonzalo Higuaín el que contribuyó a dar ese primer paso hacia Cardiff con dos goles liberadores para el argentino, que llevaba desde el 7 de diciembre sin ver puerta en Champions. Extraordinario fue el primero (m. 29), culminando con un tiro raso y colocado con la derecha una maravillosa asistencia de tacón de Dani Alves, y preciso el segundo (m. 58), rematando con decisión y ante la salida de Subasic un gran centro, también del exazulgrana Alves, al que Allegri colocó como extremo derecho.

Apenas sufrió el equipo italiano, voraz defensivamente, y las pocas ocasiones de gol que concedió las resolvió Buffon, decisivo especialmente en un remate a bocajarro de Mbappé, que vio truncada su maravillosa racha de 18 goles en 18 partidos pero demostró una vez más que tiene un brillante futuro. También Falcao puso en aprietos al veterano portero, pero tampoco pudo superarlo. La Juve se acerca a Cardiff para soñar con un título que se le resiste desde 1996.