El Villarreal tiene por delante la labor de que sus números dejen de chirriar de la forma en la que lo han hecho en las dos primeras jornadas de Liga. No es solo ya la condición de penúltimo y las dos derrotas en las visitas al Levante y la Real Sociedad. Tampoco es habitual que un conjunto con el potencial del que tiene Fran Escribá a sus órdenes no haya conseguido todavía estrenar su cuenta goleadora, 180 minutos después de levantarse el telón de la temporada oficial. Evidentemente, el técnico amarillo tiene como trabajo más urgente mejorar unas prestaciones defensivas en entredicho tras el 3-0 de Anoeta, antes del parón de las selecciones, algo a lo que ayudarán los jugadores que regresan tras abandonar la enfermería. Bonera, pero sobre todo Víctor Ruiz, ya están en disposición de fortificar el juego de contención del Submarino, que dará un paso más si, como se espera, se produce el regreso de Mario al lateral derecho.

Pero el segundo examen del Villarreal en el reinicio de la competición está en la efectividad. El primer encuentro en el Estadio de la Cerámica debe significar el regreso del gol en el conjunto amarillo, que esta temporada, precisamente, es en la que cuenta con jugadores más especialistas en la suerte máxima del fútbol. Fran Escribá puede presumir de tener en sus manos un ataque que ha demostrado en las últimas temporadas ser determinante, sobre todo en lo que respecta a los tres puntas que el técnico valenciano puede utilizar más como referencias: Cédric Bakambu, Enes Ünal y el último en unirse al Submarino, el colombiano Carlos Bacca.

EL GOL PERDIDO

Por unos motivos o por otros, ninguno de los tres ha brillado en este inicio de Liga ni en la pretemporada, en la que solo Bakambu, en la recta final y ante un equipo de Segunda División A, mostró sus credenciales con un doblete ante el Cádiz en la final de consolación del Carranza. Los otros goles de delanteros en los encuentros de preparación corrieron a cargo de hombres que, o bien ya no están en la plantilla —Roberto Soldado, ahora en el Fenerbahçe, marcó el único gol en la derrota 3-1 ante el Inter— o pertenecen a la disciplina del filial y están actualmente de baja por lesión —Mario González aportó su golito en el triunfo 3-1 frente al Levante-—. El resto, inédito. Bacca llegó justo para la Liga y Ünal tuvo un percance físico en la primera toma de contacto con su nuevo equipo.

LOS AVALES

El domingo es el momento en el que el gol del Villarreal debe destaparse para comenzar la remontada. Las tres referencias tienen detrás números que avalan la confianza que Escribá y su cuerpo técnico tiene depositada en ellos. Desde su irrupción en el fútbol profesional, Bakambu ha superado la media de la docena de goles por campaña. En la anterior, se vio perjudicado por los problemas físicos y, aún así, alcanzó las 12 dianas. En las dos temporadas anteriores se fue por encima de los 20 tantos.

Si Bakambu es una garantía, ¿qué decir de Bacca? El colombiano vive por y para el gol y así lo demuestran sus cifras en Europa, donde se acerca a una media de 20 goles por temporada, cifra que ha superado en sus tres equipos anteriores: Brujas —firmó 28 en su segunda campaña—, Sevilla —49 goles en dos ejercicios— y Milan —34, a pesar de no ser titular la pasada temporada. Ünal dejó claro en el Twente de la Eredivisie su olfato. Ahora, es el momento para que los tres proyecten en el Villarreal su hambre de gol.