No le ha dado el CD Castellón demasiadas alegrías a su afición en los últimos años en cuanto a éxitos deportivos se refiere. No, es cierto, pero pese a todo el club ha demostrado que la fortaleza de su escudo, el sonido de su himno y la memoria de muchísimos años de gloria han logrado mantenerlo erguido y vivo sin pasar por una refundación, contra la que los nostálgicos hemos luchado desde las trincheras. El Linares, por ejemplo, ha pasado por dos procesos de creación de un nuevo club. Siempre he dicho que para mi el fútbol posee una gran carga emocional de sentimiento. Y el CD Castellón resiste a todos aquellos que por omisión, o porque le robaron hasta el último céntimo que tenía en el bolsillo, estuvieron a punto de acabar con él, Pero no pudieron...

No quiero que nadie varíe su opinión por leer esta columna. Me refiero a aquellos que están tan enfadados por los elevados precios de las entradas que David Cruz ha colocado para el partido de vuelta de la promoción de ascenso, que pretenden protestar no acudiendo a Castalia. Mi idea es convencer desde el argumento. Uno de los más bonitos recuerdos que conservo de mi juventud, cuando empezaba a dar mis primeros pasos como contador de historias, son las charlas con mi amigo Chencho. Sí, eternamente será mi amigo. Me repetía que había mostrado, a lo largo de su carrera profesional como informador, su lado más crítico con aquellos que habían regido los destinos del Castellón, pero que nunca olvidaba que lo más importante era empujar y empujar cuando iban mal dadas al club. Seguro que hoy Chencho hubiera empezado su programa pidiendo a su gran familia albinegra que cerrara filas con el Castellón. El domingo es un día clave para la historia albinegra. El 1-0 de Linares es un resultado tan engañoso como peligroso. No haber marcado en Linarejos es un hándicap. El Castellón necesita mucho apoyo y calor de su gente. Los japoneses protestan contra sus patrones con más horas de trabajo. Yo pido a la afición albinegra que muestre su disconformidad acudiendo a Castalia en masa. El 31-M tiene que ser un gran día.

El sábado por la noche escuchaba en el Pou de Beca el partido del Castellón. Barrera, hermano de nuestro único restaurador con estrella Michelin y un fenómeno de los fogones, aprovechó cualquier ocasión para preguntarme por el resultado del Castellón. Ayer, más de lo mismo por el centro de la capital. Un sentimiento extraño entre la ilusión y el miedo. Sí, pero también palpo una sensación de frialdad provocada por el escaso tacto con que se ha promocionado esta fase de ascenso.

Desde hace varías semanas vengo alertando de la delicada situación económica con el obligado, e inminente, pago de un primer plazo de la deuda con Seguridad Social y Hacienda. Pero la gestión de esta urgencia no ha sido la adecuada. El dinero es importante, pero sin sentimiento puedes perder las dos cosas. A una semana vista de una de sus citas más importantes solo espero que la gran familia albinegra resuelva sus conflictos internos. Es la hora de que todos cedan en favor, empezando por David Cruz, del Castellón. Flexibilidad e inteligencia. No quiero que nadie cambie su opinión, pero sí que piensen que el CD Castellón es lo importante y Castalia se llene. Ya habrá tiempo para poner a cada uno en su sitio. No siempre podemos agradar, pero siempre podemos tratar de ser agradables (Voltaire). H