El Villarreal pide más respeto a los árbitros. En la tesitura en la que se encuentra en estos momentos el equipo, jugándose la permanencia a ocho jornadas para el final con un corto margen de cuatro puntos sobre el Real Zaragoza, el conjunto amarillo no puede permitirse errores tan graves como los que han tenido los trencillas de turno en esta recta final de la temporada y que han impedido de manera decisiva que el Submarino incrementara el balance de victorias y con él consiguiera un margen de puntos suficiente como para afrontar con más calma el esprint final de una Liga muy irregular que en el club se intentará olvidar lo más rápidamente posible.

La del pasado domingo ante el Espanyol fue la última amarga experiencia con las decisiones arbitrales erróneas, con el gol legal birlado a Marco Ruben y el claro penalti ignorado por José Luis González González de Forlín sobre Borja Valero. Precisamente, el colegiado castellano-leonés está en el punto de mira de la entidad amarilla, ya que también se le considera responsable --mala gestión deportiva al margen-- de la inesperada derrota, cinco jornadas atrás, en La Romareda. Allí, con 0-1 en el marcador, González González ignoró unas claras manos de Paredes en el área del Zaragoza. Era un penalti que podría haber matado el encuentro. No fue así y el desarrollo posterior es conocido por todos. El equipo maño remontó y cobró vida cuando era cadáver en Primera División, hasta el punto de que hoy por hoy es el principal rival de los amarillos por la salvación.

La negativa actuación arbitral ante el Espanyol ha acabado por desbordar una indignación en el Villarreal que pareció tener su punto álgido en la visita del Real Madrid, además de por los dos claros penaltis escamoteados por Paradas Romero --ambos de Arbeloa, uno a Nilmar y otro a Marco Ruben--, por la estratagema de los madridistas de querer dar la vuelta a la tortilla y erigirse como víctimas, cuando el gran perjudicado fue el Submarino.

Diego López puso ayer voz al malestar de los amarillos. “Solo pedimos que se nos respete un poco más. Los árbitros se pueden equivocar, pero han sido bastantes errores sobre todo en los últimos partidos. Está siendo una temporada mala del equipo, pero también injusta a veces”, lamentaba el guardameta, que lanza un mensaje a sus compañeros de equipo para “sobreponernos aunque no estemos teniendo suerte con los árbitros, sobre todo en los encuentros de casa”.

MUCHOS PUNTOS EN EL CAMINO // Como dice el gallego, que calificó como falta clara --“me empujan el brazo y no puedo blocar el balón”-- una jugada que reclama el Espanyol y que acabó con el esférico en la portería amarilla, al Villarreal le queda “una bala en la recámara, un partido que puedes perder” con los cuatro puntos de ventaja que tiene sobre el Zaragoza, pero en la entidad amarilla no olvidan, siempre reconociendo que el juego no ha sido el ideal esta temporada, que las decisiones equivocadas de los árbitros han lastrado al equipo.

Muchos puntos, quizás los de la tranquilidad, se pueden haber quedado en el camino por goles en fuera de juego del rival (dos en la visita al Calderón), goles legales invalidados (el de Ruben ante el Espanyol) y penaltis (uno ante el Zaragoza, otro el pasado domingo y otros dos contra el líder) que se han ido al limbo. H