Jaume Costa se las ha visto de todos los colores en el Villarreal. Es por ello que el futbolista reconoce que se fue «muy tocado» por el 0-4 contra la Roma. El futbolista espera mañana quitarse esa espina clavada en el Olímpico y, por qué no, meter el miedo en el cuerpo al equipo italiano: «Tenemos orgullo. Salimos muy tocados del partido con la Roma porque fue un palo duro. Yo no pensaba que podía acabar así, lo vi más igualado que como acabó, pero ellos son un buen equipo y su gol nos mató».

En ese sentido, Jaume Costa declaró que el Villarreal va a Roma con la intención de «mejorar la imagen que da el equipo, con la idea de cambiar las cosas y que la gente se sienta mejor con su equipo». Añadió el lateral izquierdo más allá de las remotas posibilidades, el equipo tiene que luchar para dar la vuelta a la eliminatoria: «Es posible que ahora nadie crea que podamos remontarlo, pero nosotros debemos creer, salir al máximo e intentarlo. Es muy difícil, prácticamente imposible, pero debemos creer y salir a intentarlo y quitarnos la mala sensación del partido de ida».

El valenciano considera a su vez que la victoria del pasado domingo ante la Real Sociedad en San Sebastián fue «muy importante», al considerar que dio «moral y tranquilidad». Además, Jaume Costa reconoció que el equipo sabía que en Anoeta no estaba haciendo una buena primera parte, pero también que debían «sufrir y buscar la forma de reaccionar». Dio el futbolista su mérito al conjunto donostiarra: «La Real es un gran equipo, pero en la segunda cambiamos cosas”.

Respecto a las críticas recibidas desde el entorno, el defensa del Submarino aseguró que se ha dado cuenta de que hay «mucho entrenador por ahí cuando las cosas van mal», pero recordó que es «complicado jugar bien y ganar. Creo que un equipo debe jugar bien, ser competitivo, pero para ello hay muchas vías, muchos caminos. Tan bueno es jugar a tener el balón, como a veces hacerlo a defenderte y a contraatacar», concluyó Jaume Costa, una voz autorizada en el vestuario.