Javi Calleja prefirió no hablar del árbitro, pero lógicamente no acabaría muy satisfecho con la actuación de Alberola Rojas en el Villamarín. Más explícito se mostró Jaume Costa, que no se mordió la lengua al respecto: «Nos mosquea un poco ese doble rasero. No decimos que la entrada de Bonera no fuera roja, pero no entiendo esa actitud chulesca y prepotente cuando te diriges a un colegiado».

El bravo lateral izquierdo defendió su tesis de la siguiente forma: «No quiere hablar con los jugadores y no sé por qué. Ellos tienen que entender que nuestras pulsaciones en un partido van a tope». Costa afirmó que respeta «mucho su trabajo —siempre he dicho que no podría ser árbitro—, pero pido que ellos nos respeten también a nosotros y entiendan nuestra frustración porque como la del Betis ya nos pasó también el día del Barcelona con Raba, y después ves esas mismas entradas en otros partidos y no son expulsión».

Incidió el defensa del Villarreal en que «una falta clarísima a Mario acaba con dos amarillas a Mario y Rodri; y en el segundo gol me choca Barragán y puede pitar falta». Pese a ello, añadía Costa que «los árbitros se pueden equivocar», pero no ocultaba su «frustración».

EQUIPO EN EL QUE CONFIAR

En el aspecto más futbolístico, afirmó el valenciano que «el equipo hizo un gran partido, fue de menos a más» y considera que mereció al menos un punto: «Somos un equipo con alma, con carácter, pese a las dificultades lo damos todo. Llevamos mucho tiempo haciendo las cosas bien y no se achanta nadie pese a las dificultades adversas que nos puedan surgir. Hay que ir así todos los partidos, esta fe y lucha no se tienen que perder nunca», concluía.