Pablo Fornals lo tiene claro: “Volver a casa siempre es especial”. Nacido en Castellón hace 19 años, este talentoso centrocampista se fue al Málaga como cadete tras pasar por las canteras de Benicense, Villarreal y Castellón, y regresa este sábado al Madrigal convertido en futbolista de Primera División, categoría en la que ya ha disputado 15 encuentros.

Uno de los responsables de su eclosión ha sido su técnico, Javi Gracia. Así al menos lo ve él. “Tengo mucho que agradecerle, es la persona que me ha dado la oportunidad y casi como un padre porque siempre se preocupa mucho por nosotros y nos cuida deportiva y personalmente, es alguien muy cercano”, reconoce.

Como mucho tiene que agradecer a Benito Mateo, “el ojeador de Málaga en nuestra zona que me descubrió” cuando compartía vestuario con hombres como Charly Meseguer, Manu Vázquez, Marc Albalat o Borja Quirant, que apostaron por seguir en Castalia.

En los planes de Pablo Fornals, eso sí, no entraba consolidarse tan pronto en el primer equipo del Málaga: “En principio solo iba a hacer la pretemporada y después bajar a jugar con el filial”.

Una vez puestos confía en “seguir disfrutando del fútbol” al más alto nivel y añade que no pone techo a su equipo: “Nuestro objetivo es salvarnos y a partir de ahí llegar lo más lejos posible. Llegamos en un gran momento al Madrigal y esperamos que siga”.

Sobre su rival, afirma que “el Villarreal es un gran equipo, al que considero similar a nosotros” y reconoce que será “un partido especial para mí. Irá toda mi familia y amigos a verme”. Para llevarse los tres puntos, la clave para el castellonense estará “en cometer pocos errores”, al tiempo que espera “un partido táctico”. H