Josemari es un jugón, un líder nato dentro y fuera del campo. Pese a solo tener 21 años (Huelva, 02-01-1993), el onubense se ha ganado pronto el respeto y la admiración de un vestuario en el que se ha convertido en uno de sus miembros más activos.

Tras ser un referente en el filial del Recreativo de Huelva, no se contaba con él para el primer equipo, por lo que decidió cambiar de aires: “La situación en Huelva era buena, ya que era una plaza de fútbol como lo es Castellón, pero ya tenía ganas de no pertenecer a un filial”.

MARAVILLADO // El mediocentro onubense, que atendió a Mediterráneo en Castalia, confiesa estar maravillado del cambio de aires: “Cuando te llama un club como este, con tanta historia, ni te lo piensas. Nada más llegar al Castellón te das cuenta de la magnitud que tiene este club, ya que solo con ver Castalia ya te motivas”.

“Además, saltas al campo a entrenar el primer día y que te reciban 100 personas con banderas y cánticos es de alabar. A mí se me pusieron los pelos de punta. Si ya tenía ilusión por jugar aquí, tras ver cosas así se me multiplican por cuatro”, añade.

UN TODOTERRENO // Tiene claro el centrocampista del lugar en el que ha recalado, pero está satisfecho. “No fue fácil abandonar Huelva. También estaba barajando otras cosas, pero a mí lo que es el club, las instalaciones e incluso que la ciudad tenga playa me animó más si cabe para venir. Estoy encantado de estar aquí”, reconoce con admiración.

Es un jugador comodín, ya que ha “jugado tanto de mediapunta como de central, aunque donde me desenvuelvo mejor es en mi posición natural, la de pivote”.

Sobre el objetivo, Josemari solo piensa en el ascenso. “Yo siempre quiero llegar a lo más alto en todos los aspectos de mi vida, por lo que ascender a Segunda B es lo más próximo y lo más cerca que tenemos, y hay que pelear por ese objetivo. Seré el primero que me partiré la cara por ayudar a este club a ascender”. Y que así sea. H