Tercer año en Segunda División. El Joventut Almassora demostró la pasada temporada estar totalmente consolidad en la categoría de plata del fútbol femenino español.

Después de una meteórica progresión, en la que el equipo pasó de competir en Segunda Regional a hacerlo en Segunda División en tan solo tres años, las almazorenses han demostrado que el crecimiento de la entidad no ha sido flor de un día.

Pero para mantenerse en la categoría y volver a ser una escuadra competitiva hay que renovarse, así lo ha entendido la cúpula de una club que ha apostado por el fútbol femenino desde el primer momento. Por ello el verano ha sido movido en las oficinas del club, y es que el Joventut Almassora se ha reforzado en todas sus líneas. En la portería ha llegado Jounes Salabarria del San Ignacio, para la defensa el equipo incorpora a Nazaret y a Irene Silva del Logroño, además de Tiffany Brillantes, una futbolista suiza de gran nivel. En la línea de medular llegan Gema Barrientos, del Fuensalida, Irene, del Granada, la danesa Nana Pedersen, del Bronby, de gran experiencia en su país, Melanie, del Nápoles y Sandra, una delantera del Sevilla.

Con todos estos ingredientes trabajará Raúl Caballero, nuevo técnico del primer equipo, un hombre con muchos minutos de fútbol en sus botas, ya colgadas en el armario, pero también de conocimientos que tratará de inculcar a la jugadoras albinegras. Caballero será el encargado de hacer algo bonito. La meta pasa por instalarse entre los cuatro primeros, algo que daría plaza para la nueva categoría que se va a crear la próxima temporada entre Primera y la Segunda. Eso sí, sin renunciar a objetivos mayores pero siempre con un fútbol técnico aunque no exento de garra, esas serán las señas de identidad.