Francia e Inglaterra comparten el honor de ser las dos únicas favoritas que han salvado el debut como Dios manda. Ganando con más pena que gloria, pero son las únicas que pueden decirlo. Agónicamente, sufriendo, los indecible, tienen el valioso 3 en el casillero. El VAR echó una mano a Francia y Harry Kane dio un toque de humanidad al triunfo de Inglaterra, aunque fuera en el tiempo añadido. Aunque fuera en una segunda jugada de un córner. Como el primer gol, que encarrilaba una victoria que no se consumó hasta después del minuto 90, en otro error tunecino.

A la Inglaterra de los tres centrales le sobraron dos para evitar apuros en el estreno, mientras que los cuatro defensas de Túnez parecieron siempre insuficientes para contener los ataques británicos y, sobre todo, impedir balones francos de remate en el área.

En los balones cruzados y en los centros fueron una calamidad; tuvieron suerte de que los delanteros les igualaron en torpeza, en particular Jesse Lingard, que recordará (y le recordarán) el primer tiempo que hizo. A los defensas ingleses les costó más pasar que despejar, incluso sin presión. Ni Walker ni Stones estuvieron más finos que Maguire, como si no hubieran aprendido nada con Guardiola, cuando menos en dar el balón en ventaja al compañero. Maguire, central del Leicester, solo dio buenas noticias volando en las pelotas aéreas de remate gracias a su altura.

MARCAJE A KANE // Los placajes en la estrategia fueron más férreos con Kane, que por algo llevaba el 9 que identifica al delantero centro. Ni una remató Kane después de gol, que fue una segunda jugada, hasta el minuto 92. En todas acababa en el suelo. El asistente del VAR no avisó al colombiano Roldán, que en cambio consideró penalti un brazo extendido de Walker para obstaculizar a Ben Youssef F. Sassi se arrodilló para dar las gracias a esa oportunidad, maravillosa batir a Pickford.

Ni en ese momento consideró Túñez que podría arañar el punto. Hubo más ocasiones inglesas. La más clara la tuvo Lingard, que tiró al poste para salvar una mala salida de Ben Mustapha.