Kiko Ramírez está atravesando uno de sus mejores momentos en el banquillo de su actual equipo, el Wisla de Cracovia, donde aterrizó el pasado mes de enero. Si al exentrenador del CD Castellón le dicen que, pocas semanas después de su llegada a la ciudad del sur de Polonia, conseguiría revertir la delicada situación en la que se encontraba este club centenario de la Ekstraklasa League, la Primera División polaca —10º en la tabla—, ni él mismo se lo hubiera imaginado.

El pasado viernes, el Wisla afrontaba en su feudo, el estadio Henryk Reyman, un partido de esos que deciden una temporada. Ante un rival directo, el Wisla Plock, el conjunto que dirige el técnico tarraconense se jugaba sus opciones de pasar a la 2ª fase de la Liga polaca (lo hacen los 8 primeros, mientras que los 8 últimos promocionan por el descenso), y ganó 3-2.

Pese a comenzar ganando el Wisla, los de Plock dieron la vuelta al marcador a falta de 20 minutos, pero los locales remontaron en dos minutos al final, del 84 al 86, otorgando una victoria que es la diferencia entre volver a caer a los puestos por no bajar o seguir vivo en la lucha por entrar en Europa.

«Lógicamente, prefiero sufrir menos, pero este tipo de resultados me persiguen durante los años y mientras el marcador final sea positivo el resultado valdrá la pena», comenta el exalbinegro a Mediterráneo tras la última victoria del Estrella Blanca —como se conoce al club— que le valió para alcanzar la sexta posición.

‘Estilo Kiko’

Que remontada sea una de las pocas palabras que coinciden tanto en castellano como en polaco no es pura casualidad. Con cuatro victorias y solo dos derrotas —una de ellas ante el legendario y actual campeón liguero Legia de Varsovia—, en Polonia ya se están acostumbrando a la fórmula del exinquilino del banquillo de Castalia. ¿Quién no recuerda la gran cantidad de partidos que el CD Castellón de la temporada pasada consiguió llevarse en el último minuto gracias al Nuevo Rey de la zona Cesarini?

El erasmus que está disfrutando Kiko en Polonia, su primera aventura en el extranjero y también su debut en solitario en la élite, comenzó sembrado de dudas, aunque los buenos resultados han dado respeto al técnico.

Para superar la barrera del idioma, Kiko Ramírez cuenta en su cuerpo técnico con el portugués Gonçalo Feio, técnico asistente que habla polaco a la perfección, y también con Jordi Jódar, preparador físico que acompañó a Ramírez en el Nàstic, l’Hospitalet o la Pobla de Mafumet, y se desenvuelve correctamente en inglés.

Superó las dudas

La prensa polaca y el entorno del Wisla pusieron muchos interrogantes en la nueva apuesta del vicepresidente deportivo, Manuel Junco, por un entrenador extranjero sin experiencia en el fútbol del país del Vístula, muy diferente al español. «El fútbol polaco es bastante físico, de muchas idas y venidas. Hay buenos equipos, buenos campos a los que la gente acude en masa y los ambientes son sensacionales», explica.

«En Polonia la afición tiene otra forma de vivir el fútbol: no pitan, no silban, no critican durante el partido. Somos el mejor equipo como local de la Liga polaca y gran parte de culpa la tienen los aficionados del Wisla de Cracovia», afirma el exorellut.

Kiko Ramírez ha encontrado en Polonia la estabilidad que echó en falta durante su etapa en Castellón hace unos meses.

En Polonia puede trabajar

«Aquí te dejan entrenar sin interferencias y se respeta la figura del entrenador. Hay mucha gente ejerciendo para el club, pero cada uno en su lugar. Nadie se mete en el trabajo de nadie y, en definitiva, así se puede trabajar bien», expone.

El exalbinegro, pese a abandonar Castalia por la puerta de atrás, es un orellut más y sigue de cerca su actualidad: «Desgraciadamente, la situación no ha cambiado o incluso empeora cada día más. En su momento se perdió el respeto a la afición, que es lo más grande que tiene el CD Castellón, y, por lo que leo, se sigue en esa tónica».

Pese a que los mensajes de Kiko en las redes sociales arrasan entre los aficionados del Wisla, con cientos de interacciones tras los triunfos de la escuadra más importante de Cracovia y uno de los grandes de Polonia, no olvida los buenos momentos vividos en Castalia la pasada campaña y sorprendió a los fans polacos hace unos días con un cartel magdalenero y el mensaje: «Felices fiestas de la Magdalena 2017. PPO». ¡Powodzenia —buena suerte— Kiko!