Kiko Ramírez ha dado con la tecla. El entrenador del CD Castellón, con tan solo seis partidos a sus espaldas, ha hecho reaccionar a un equipo que, hasta su llegada, estaba moralmente muy afectado y se mostraba frágil en todas y cada una de las facetas del juego. Con el nuevo míster, los albinegros están encontrando la línea de regularidad que se le presupone a una plantilla de su potencial y que no terminó de conseguir con Ramón Calderé.

El inicio de campaña de la mano del extécnico de Vila-rodona no fue sencillo, en especial por una fractura entre jugadores y el propio preparador que terminó con la salida del club de Javi Selvas, Rubén Suárez y el propio Calderé. Y, además, la racha de resultados fue nefasta.

BIEN EL CAMBIO DE AIRES // El combinado orellut precisaba un cambio de aires, y la dirección deportiva, encabezada por Ramón Moya, decidió apostar por un entrenador como Kiko Ramírez, con buena trayectoria en la Segunda División B, dirigiendo a Nàstic de Tarragona y L’Hospitalet, pero que no conocía el grupo valenciano de la Tercera División.

Arriesgada pero acertada, una apuesta que había que realizar a tiempo para enderezar el rumbo. Y el cambio de aires está saliendo bien. Con el míster tarraconense, el CD Castellón está logrando una línea de juego y resultados óptima. Cinco victorias en seis encuentros, o lo que es lo mismo, 15 puntos de 18 posibles, y suma cuatro triunfos de manera consecutiva, una circunstancia que le sitúa en estos momentos a tan solo dos puntos del play-off.

Además, el juego del equipo ha experimentado una notable mejoría, siendo más fiable y práctico en ambas áreas. En solo seis partidos, el Castellón tiene un bagaje de +5 goles, ya que ha anotado 12 y solo ha encajado 7, por el -4 de Calderé (11 a favor y 15 en contra).

UN BLOQUE DEFINIDO // Pero, además, Ramírez tiene prácticamente un once tipo definido. Con Álvaro Campos en portería; una de las variaciones es la ubicación de Juanra como central y la irrupción de Luismi Ruiz como lateral derecho titular, con Guille también como central y Jesús López o Ramos en la banda izquierda.

En la medular, Marc Castells es el ancla, el iniciador de juego, con Marenyà ejerciendo de canalizador y Meseguer por delante de ambos. Pruden y Carrillo son los extremos y en punta Antonio o Rubén Fonte se reparten el ser el hombre referencia.

Sin duda, y los resultados hablan por sí solos, Kiko Ramírez ha encontrado la fórmula. H