En momentos complicados, que no límites, como el que está viviendo actualmente el Villarreal en la Liga española y en la Champions no está mal echar la vista atrás para analizar con una mejor perspectiva la situación. El equipo de Juan Carlos Garrido ya ha vivido una semana exclusiva de análisis gracias al parón de las selecciones. El técnico amarillo ha incidido en los últimos siete días en la corrección de errores, sobre todo defensivos, que han lastrado al equipo en este inicio de temporada; a partir de hoy ya toca centrarse en todo lo que viene por delante, que no es poco. El sábado toca el Getafe a domicilio, otro conjunto hecho para estar en la mitad alta y que no arranca de la mano del expreparador del Villarreal B Luis García. Seguirá la visita a Manchester de la próxima semana, contra el City, la cita que calibrará las opciones de seguir vivos en la Champions o de mirar ya a la Europa League como único objetivo para seguir disputando partidos en competiciones continentales.

Pase lo que pase, nada se podrá calificar de fracaso, sino más bien de pausa, para un club que ha dado un salto espectacular desde que en la campaña 1998/99 debutara en la máxima categoría, adelantando en un par de años el objetivo pensado por Fernando Roig a la hora de hacerse con la mayoría accionarial de la entidad. Lo que arrancó como un proyecto improvisado en Primera División ha derivado en tan solo 12 temporadas --11 de ellas consecutivas tras el segundo ascenso a la máxima categoría del Submarino-- en una realidad tan consolidada como el hecho de que el Villarreal se ha convertido en la tercera potencia real de la Liga española, tan solo por detrás del Real Madrid y el Barcelona.

UNA MEDIA ESPECTACULAR // El equipo del Madrigal lleva una impresionante media de 56 puntos por temporada desde su irrupción en la élite, una cifra que tan solo son capaces de mejorar en la historia de la Liga los dos grandes. Si contabilizamos con el actual baremo --tres puntos por victoria y uno por empate—todos los partidos disputados desde la creación de la Liga en el año 1929, el Madrid lleva una media de 61 puntos en las 80 temporadas (todas) en Primera División, mientras que el Barça, otro de los tres clubs --también el Athletic de Bilbao-- que siempre se han mantenido en la máxima categoría, obtiene una media de 56 puntos.

El Villarreal ya deja por detrás, y de manera contundente --cuatro puntos más que el Atlético de Madrid y seis más que el Valencia en el baremo-- al resto de los 59 equipos que han estado alguna vez entre los mejores del fútbol español. Eso incluye a conjuntos, además de los citados colchoneros y ché, del potencial del Athletic de Bilbao, el Sevilla o el Deportivo, todos ellos campeones de Liga en alguna ocasión; pero también a otras de las que fueron grandes sorpresas de la Liga en su día y que no han podido aguantar el tirón de una de las mejores competiciones de clubs del planeta. Compostela y Tenerife se cuelan en el top 20 de los equipos con mejor promedio de puntos por temporada. Los gallegos tuvieron una corta trayectoria que, precisamente, cortó de cuajo el Villarreal en la eliminatoria de play-off de la campaña 97/98, que envió a Segunda al Compos y elevó a las nubes al conjunto entonces entrenado por José Antonio Irulegui en el primer capítulo glorioso de la entidad amarilla. El Compostela desaparecía en el 2006 y ahora sus restos compiten en la Preferente gallega. El Tenerife, con 13 años en Primera División en su currículo, incluso llegó a Europa (Copa de la UEFA) en los 90, pero ahora milita en Segunda B.

SOLO FALTA EL TÍTULO // Con los números en la mano nadie duda de que el milagro amarillo ha sido el más notable desde la creación de la Liga española, una fulgurante irrupción que ahora solo falta completar con algún título de relevancia aparte del par de Copas Intertoto que se conquistaron en la brillante etapa de Manuel Pellegrini. Pero todo cuesta.

Entre los equipos que conforman junto al Submarino la actual clase B de la Liga, de la que solo quedan exentos Real Madrid y Barcelona, todos han tenido que esperar años y años para conseguir el éxito en la época moderna. El Sevilla ganó su Liga 16 años después de la creación de la competición; después se sucedieron 60 años de larguísima sequía hasta conseguir levantar la Copa de la UEFA en la edición del 2006. El Valencia se pasó 18 años en blanco (del 80 al 98) siendo uno de los referentes del fútbol español y fundador de la Liga. Y el Athletic, con sus 80 campañas en Primera División a cuestas, arrastra 27 años sin sacar las gabarras a la ría de Bilbao. Cada vez es más complicado sobresalir, pero a la larga la regularidad da sus premios, y la del Villarreal en la Liga española es indiscutible. H