Su objetivo era ser partícipe del regreso del equipo a Primera División y con esta intención renovó su contrato solo cuatro días después de consumarse el descenso. Y ha conseguido cumplir su sueño de ascender con el Villarreal solo un año después, por lo que dejará el club con el mejor sabor de boca posible. Ahora emprenderá una nueva aventura en Estados Unidos, concretamente en el Cosmos. El miércoles se pudo despedir de la afición en la puerta 19, que lleva su nombre.

Aunque su participación se ha reducido en las últimas jornadas por la enorme competencia que ha habido en el puesto de mediocentro, ha sido uno de los jugadores fundamentales en el ansiado ascenso, disputando 33 encuentros -19 de ellos completos- y cuando ha estado sobre el césped lo ha dado todo, como ha hecho siempre que se ha enfundado la elástica amarilla.

Su capacidad de sacrificio, pese a su veteranía, tampoco ha pasado desapercibida esta temporada. Y pese a tener menos peso en la recta final de la Liga, Marcelino le dio la oportunidad de despedirse de los aficionados sobre el terreno de juego al entrar en los minutos finales del encuentro ante el Almería, que dio paso a la gran fiesta por el regreso a Primera.

Siempre comprometido, desde que llegó en el 2002, ha demostrado que lleva muy bien los 36 años y por este motivo cuando se le ha necesitado ha estado a un gran nivel. Sus números con la camiseta del Villarreal son espectaculares, siendo el jugador que más veces la ha vestido. En las 11 temporadas, 363 encuentros, de ellos 292 de Liga y 27 de Champions. Oh capitán, mi capitán, hasta pronto y gracias. H