Jonathan dos Santos por fin está disfrutando de una temporada sin altibajos. Y el Villarreal lo agradece. El mexicano ha acabado por convertirse en un futbolista clave para Escribá, que ha encontrado en el centrocampista al mejor aliado cuando el Submarino necesita más control en el centro del campo, casi siempre partiendo desde una banda derecha que Jonathan ya considera «un puesto natural» para él, destaca.

Si Marcelino ya utilizó la versatilidad del internacional azteca en su etapa en el equipo amarillo, Escribá parece haber aparcado definitivamente el rol inicial de mediocentro de Jonathan, algo que asume. «La posición de mediocentro ya ha desaparecido de mi cabeza. La disfruto en los entrenamientos y me conformo con eso», comenta el jugador amarillo, que poco a poco ha ido ganando terreno a las bandas puras del Villarreal, como Castillejo o el ahora lesionado Cheryshev, dejando de lado la competencia con los intocables Bruno y Trigueros en el doble pivote que suele disponer Escribá.

Precisamente, su mayor cualidad, el buen manejo del balón, es un aspecto que Jona considera clave para continuar una tendencia al alza del equipo que comenzó con el 0-1 en Anoeta, una victoria que «recuperó la solidez y la confianza» tras el desastre ante la Roma en el Estadio de la Cerámica. «A veces hay que tocar fondo para volver arriba», recalca.

Jonathan insiste en la importancia mañana de que Las Palmas no sea capaz de ganarle la posesión a un Villarreal que «necesita el balón». «Más de dos minutos sin él a mí se me hacen muy difíciles. El viernes tenemos que ser nosotros mismos y tener la posesión», insiste el mexicano.