"Soy un hombre negro con un montón de dinero y una casa en Brentwood, y tuve la palabra 'negrata' pintada en la puerta de mi vivienda. Por lo que todavía tengo mucho trabajo que hacer". Habla LeBron James, una de las grandes estrellas de la NBA. Y lo hace a sabiendas de todo lo que queda por luchar para acabar con el racismo.

Él lo ha vivido en primera persona y se lo cuenta al periodista Cari Champion en un programa de la ESPN. A su lado está Kevin Durant. Ambos coinciden en la necesidad de cambiar la sociedad. "No importa lo lejos que llegues, siempre hay personas que te quieren hacer saber que todavía estás por debajo de ellos. Lo que te queda es ceder ante ellos o, ¿sabes qué? pintar la puerta y hacerla más alta", apunta LeBron mientras recuerda que hace un año le hicieron una pintada racista en la puerta de su casa.

Líder moral

La estrella de los Cavaliers es uno de los líderes del 'Black Power' del siglo XXI, un movimiento que lucha por los derechos de los afroamericanos. Y lo ha vuelto a demostrar en el paseo en UBER emitido por la ESPN. Su implicación con el movimiento es máxima. Aunque no lo iniciara él, LeBron no dudó en unirse a la lucha que arrancó Colin Kaepernik en la NFL arrodillándose cuando sonaba el himno de Estados Unidos.

Su pugna es constante, como las críticas al presidente del país, Donald Trump, de quien se ha vuelto a acordar en la entrevista con Champion. "Si bien no podemos cambiar lo que sale de la boca de ese hombre, podemos seguir alertando a las personas que nos miran, que nos escuchan, este no es el camino", ha manifestado el jugador mientras explicaba que era el momento de cambiar las cosas. Porque "no importa cuanto dinero tengas, lo famoso que seas o cuanta gente te admire, ser negro en América es duro". Y eso es inadmisible.