Más allá del malestar suscitado en la federación asturiana por el cambio de planes de la selección española --abandonará Gijón tras el partido ante Israel del viernes y no el domingo, como estaba previsto-- y las impresiones de Deulofeu sobre su llamada --«ahora soy mucho más inteligente y regular», apuntó el delantero del Milan--, el protagonista de ayer en Las Rozas fueron Pepe Reina, que regresa a Nápoles aquejado de un problema muscular en su gemelo derecho, y Kepa Arrizabalaga, que cubrirá la baja del exguardameta amarillo.

Julen Lopetegui decidió ayer no llamar a ningún otro portero no convocado ante Israel y Francia y echar mano del guardameta del Athletic, el titular de la sub-21, para cubrir la ausencia de Reina.

Otro nombre propio en Las Rozas fue el del central del Barça Gerard Piqué, que conoció la resolución del expediente abierto por sus críticas a los árbitros. Piqué hará frente a una multa de 3.000 euros impuesta por el Juez Único y Competición por las dos denuncias recibidas por parte del Comité de Árbitros.

DOS DENUNCIAS / La primera llegó tras el encuentro de Copa ante el Athletic, cuando el central azulgrana señaló aquello de «ya sabemos cómo va esto». El siguiente episodio tuvo lugar tras el encuentro entre el Villarreal y el Real Madrid en el Estadio de la Cerámica, por el penalti que se le señaló al capitán del Submarino Bruno Soriano tras un rebote. «Cada semana los árbitros me dan más la razón», afirmó entonces el central de la Roja.