Javi Calleja era un extremo a la antigua usanza. Como jugador forma parte de la historia más brillante del Villarreal que alcanzó las semifinales de la Champions con Pellegrini. El entrenador chileno, con quien estuvo a sus órdenes dos temporadas, ha sido el hombre cuya forma de jugar más le ha impactado. Y eso que sus características de hombre de banda no le favorecieron en aquel momento, pero su ideología futbolística con los interiores jugando hacia dentro y siempre con un medio defensivo, le marcaron.

EL ROMBO

El 4-4-2 en rombo se podría decir que es como su restaurante o su vino preferido. Es algo que se ve y se toca. Sus primeros meses como entrenador del Villarreal fueron muy positivos con ese dibujo táctico, pero luego los rivales empezaron a cogerle el tranquillo y Calleja tuvo que cambiar para concluir la temporada con idas y venidas del rombo al 4-4-2 con los medios en línea, o al 4-2-3-1. En este último dibujo con un extremo más marcado como Cheryshev, con un buen resultado final y el equipo clasificado como quinto en LaLiga en un año muy complicado por lesiones y situaciones extradeportivas como el caso Semedo.

PLANTILLA CON MUCHOS RECURSOS

La pretemporada ha servido para testar que este Villarreal posee una plantilla amplia y con mucha versatilidad para la riqueza táctica. Y sobre todo dos delanteros con un poder de definición muy importante, además de poseer ambos grandes recursos técnicos como Gerard Moreno y Toko-Ekambi. Calleja ha probado diferentes alternativas tácticas y también ha ensayado sobre el campo las distintas variantes que le ofrecen hombres como Layún, Mario, Pedraza, Cazorla o Fornals por citar ejemplos. «Tenemos que ver el comportamiento de los jugadores en diferentes sistemas y roles, y configurar el sistema contra la Real Sociedad», apunta Calleja.

SISTEMAS VARIANTES

“En pretemporada utilizamos diferentes sistemas. 4-4-2 con interiores a pierna cambiada y cerrados; 4-4-2 en Rombo y el otro día probamos otra alternativa con tres centrales y dos carrileros. Variantes tácticas que podemos utilizar en cualquier momento, porque la versatilidad y la polivalencia tienen que ser nuestros fuertes. Tenemos jugadores capaces de actuar en diferentes posiciones y sistemas”, argumenta.

“Hemos jugado bien al fútbol. Los resultados son engañosos tanto para lo bueno como para lo malo. Estamos desarrollando una idea de juego y tanto los del año pasado como los nuevos, lo están asimilando bien”, añade.

LA PRETEMPORADA

Cada forma de jugar tiene sus pros y sus contras. Y Calleja tiene la difícil papeleta, para eso es el entrenador, de intentar amalgamar los grandes recursos de que dispone para construir un equipo competitivo dentro de apenas 12 días con la visita de la Real Sociedad a la Cerámica.

Un Villarreal que debe aprovechar los dos puñales que tiene en su ataque, no ofrezca facilidades defensivas y sepa jugar contra equipos encerrados en su campo o también aprovechar los espacios libres a la contra. Un equipo que tenga el balón y sepa qué hacer con él, no perdiéndose en largas posesiones que no llevan a nada. Un conjunto con velocidad y pausa. No es una mera cuestión de sistema, sino de aprovechar y dosificar bien los recursos.

Lo tiene claro: «Tenemos que seguir mejorando y alternando el juego combinativo con ser verticales y profundos y además de llevar la iniciativa con balón y tenerlo el máximo tiempo, sabiendo que cuando hay espacios hay que llegar rápido. Ataque posicional con juego rápido y vertical», concluye. Calleja quiere una pizarra 3D, dinámica y abierta.