Lo del Castellón es como un culebrón, aunque más se asemeja a una casa de locos. Un día más, y un nuevo lío. Ayer, se produjo una partida a tres bandas que sigue dejando al club en la más pura de las indefiniciones: no se sabe quién es el dueño, no se puede garantizar que el proceso de venta es real, o si unos compradores u otros tienen el beneplácito de Castellnou 2005, a fin de cuentas la sociedad que tiene la llave del embrollo.

Tras el acuerdo de compraventa entre Fernando Miralles y Jiménez del pasado viernes, amparándose este último en su “derecho de tanteo y retracto”, pero que no fue finalmente plasmada en una notaría de Valencia; ayer continuaron ambas partes la formalización de la compraventa y, pese a que la misma no cuenta con el beneplácito de Castellnou2005 -Osuna no quiere venderle a Jiménez--, el abogado valenciano no paraliza el traspaso de poderes, ya que su compra se canaliza por la vía del “derecho de tanteo y retracto” que dice poseer.

Está previsto que Jiménez emita hoy un comunicado oficial y realice una comparecencia pública mañana, para explicar el proceso y si finalmente se ha procedido, ante notario, a la compraventa.

CHINCHILLA Y LINDE // Y mientras el tira y afloja entre Miralles, Jiménez y Castellnou2005 sigue su curso habitual, en el que no se saca nada en claro, ayer reapareció Paco Chinchilla. Uno de los candidatos a gestionar el club, el presidente del Altura David Linde, se ofreció y se unió al proyecto de Chinchilla, quien a su vez formuló una oferta a Miralles, la misma que la de Jiménez pero con el OK de Castellnou2005. Pero Miralles la rechazó amparándose en su acuerdo cerrado con Jiménez.

Un rompecabezas, un lío a tres bandas en toda regla que parece no tener fin. Y mientras tanto, el Castellón va a la deriva, con apenas 14 jugadores y acumulando cuatro meses sin cobrar. H