Ha jugado en Primera y en Segunda A. La Europa League y la Champions. En Rusia y Emiratos Árabes también. Pero, a sus 34 años, continúa haciendo gala de una profesionalidad ejemplar, Àngel Dealbert sigue aprendiendo. Ahora en Tercera División, categoría que no pisaba desde que, en el 2001, militase en el filial albinegro, paso intermedio entre el juvenil de División de Honor y aquel Castellón que sufrió para mantenerse en Segunda B.

El partido de Elche le habrá servido para acelerar su aprendizaje. 84 minutos repartidos entre el banquillo y el calentamiento, más seis y el descuento de otros tres sobre el césped de la Ciudad Deportiva Díez Iborra. «Esto es otro fútbol, otro ambiente, otros campos… Tengo que ser fuerte mentalmente y adaptarme, además de estar al 100% físicamente, que cada vez me falta menos», destacó después de la sufrida victoria por 0-1, fraguada en el minuto 77, con una arrancada de Kike Ferreres que, tras sendas paredes con Javi Zarzo y David Cubillas, acabó el único gol de la matinal de los orelluts.

APRENDIENDO CADA DÍA

«Yo aprendo cada día en los entrenamientos cómo es cada uno de mis compañeros», refuerza el de Benlloch, que volvía a ponerse la camiseta del Castellón después de ocho años, dos meses y una semana. Desde que se despidiera con una victoria en Tenerife (junio del 2009, por 1-2), ha militado en el Valencia, Kuban Krasnodar (Rusia), Baniyas (Emiratos Árabes) y Lugo, en un periplo que le ha llevado de vuelta a casa, en ese doble (o triple) rol de inversor, gestor y jugador, después de cerca de 200 encuentros, algunos menos de los que disputó en la anterior etapa como orellut.

A FLOR DE PIEL

Con todo, el fútbol todavía le transmite sensaciones que tocan la fibra sensible. «Me he emocionado al ver a tanta gente», decía recién duchado sobre los alrededor de 300 centuriones desplazados a Elche, apenas una parte de los 9.200 que hay en nómina. «Lo que se vive en el Castellón no lo he vivido en otro sitio, aunque está claro que a Valencia va mucha más gente, pero lo de aquí es diferente», recalcó.

Un aliciente más para lograr el objetivo, marcado semana a semana. «Nosotros queremos ganar todos los partidos, pero hay que ir partido a partido». «Quien pensaba que veníamos a Elche y que iba a ser un triunfo fácil... Ha sido un partido muy trabado y muy difícil, contra un rival joven. Yo conocía a Acciari [entrenador del filial franjiverde] y su equipo, como él, aprieta mucho, en ocasiones al límite...», añadió.

Dealbert fue partícipe en que Alejandro Zagalá no encajase ningún gol. «En esta categoría, y vosotros lo sabéis mejor que yo, es fundamental mantener la portería a cero y aprovechar alguna ocasión con la calidad que tenemos arriba», destacó.