Javier Calleja se debatía entre la satisfacción de «romper una racha de malos resultados» y los dos penaltis detenidos por Sergio Asenjo que «dieron los tres puntos» y la sensación de que el Villarreal estuvo más espeso de lo deseado pese a encontrarse nada más empezar con el 1-0 de Ünal. «El gol tenía que haber facilitado el camino, pero nos ha faltado buscar más a las jugadas entre líneas», decía el técnico del Submarino, que se llevó el premio de la victoria en un «partido bronco».

Por supuesto, para el míster amarillo hubo un nombre propio sobre el césped del Estadio de la Cerámica. «Asenjo ha sido el gran protagonista», reconocía Calleja, aunque sin quitar méritos al resto de los futbolistas a los que dio minutos ante el que se presentaba en Vila-real como un rival directo en la pelea por las plazas europeas en la Liga. «He visto una actitud muy buena por parte de todos», admitía, antes de volver a alabar la figura de Sergio Asenjo: «Ha sido clave». «Es un portero que da puntos y lo ha demostrado en este partido. Sus paradas en los dos penaltis nos han dado los tres puntos y nos dieron alas hasta el final del choque», expresaba el preparador del Submarino, que no quiso explayarse demasiado sobre otra actuación arbitral, como la de hace una semana en Cornellà, bastante discutible. «Por lo que me han dicho mis jugadores, han sido dos penaltis rigurosos», decía el madrileño, satisfecho por el hecho de que su equipo «supiera aislarse del arbitraje» para mantener la calma hasta el final.

Calleja justificó los numerosos cambios en el once --las suplencias de fijos esta temporada como Rodrigo, Fornals o Mario-- en el plano físico --«llevábamos muchos partidos encima», apuntó-- y por la importancia de los dos encuentros que el Submarino deberá afrontar en los próximos siete días: «Vienen los choques ante el Eibar y el Girona, de máxima exigencia. Es una semana clave porque supondría distanciarnos de los que tenemos por detrás y, de sacar buenos resultados, poder pensar más en los que tenemos por arriba».

LA DECEPCIÓN VISITANTE / La otra cara de la moneda era la de Pepe Bordalás, para quien al Getafe lo único que le falló ayer en el Estadio de la Cerámica fue el punto de mira en los dos lanzamientos decisivos desde los 11 metros, que marraron sus delanteros Ángel, el primero, y Jorge Molina. «Hemos neutralizado bien al Villarreal, algo que no es fácil porque se trata de un equipo grande, pero errar dos penaltis ante un rival como este al final lo acabas pagando», comentó el preparador visitante, que no dudó en calificar el 1-0 ante el Submarino como «la derrota más dolorosa» de su equipo esta temporada. «No tiene por qué afectarnos, pero sí es cierto es que no esperábamos que una posible derrota llegara de la forma en la que se ha producido», lamentaba Bordalás en la sala de prensa.