Vuelve la Europa League al Estadio de la Cerámica y vuelve la única oportunidad que le resta al Villarreal de alcanzar su primera gran final después de quedarse en el camino en la Copa del Rey. Amarillos e italianos saltarán esta noche (21.05 horas) al césped sin reservas. Ni Escribá ni Spalletti tienen previsto echar mano de las rotaciones habituales en la fase de grupos de la competición continental para intentar amarrar en el primero de los duelos de dieciseisavos de final un resultado que les permita encarar la vuelta, dentro de siete día, en Roma, con el máximo de posibilidades de estar en los bombos del próximo sorteo.

Llegados a este punto, en la eliminatoria que se inicia hoy no hay favoritos, aunque pudiera pensarse lo contrario visto el camino de ambos equipos en sus competiciones domésticas. Mientras el Villarreal mantiene con ciertas dificultades su posición europea en LaLiga, la Roma se ha consolidado en la Serie A italiana como el más firme perseguidor de la Juventus en la pelea por el Scudetto. Pero Europa es diferente, como se encargó de demostrar el conjunto amarillo la pasada campaña, cuando se deshizo en esta misma ronda de un Nápoles que encaraba la eliminatoria en unas condiciones muy similares a las que presenta ahora el conjunto romano.

Tampoco jugar la vuelta a domicilio parece ser un factor de peso. En la pasada edición, los amarillos superaron tres rondas seguidas con el partido decisivo lejos de Vila-real, hasta que el Liverpool frenó las aspiraciones del conjunto amarillo en Anfield.

AL BORDE DE LA SANCIÓN / Escribá presentará «el mejor equipo para ganar», aunque en ese grupo haya jugadores, como Víctor Ruiz o Jonathan dos Santos —además de Rukavina y Santos Borré— en peligro de perderse la vuelta en el Olímpico de Roma. No es momento de dejar nada en el tintero, como tampoco lo hará Luciano Spalletti, que tan solo planearía en el Estadio de la Cerámica permitirse la licencia de mantener en la portería al suplente de Szczesny en la Serie A, Alisson Becker, el habitual en la Europa League.

Los amarillos están convencidos de poder revertir ante la Roma la irregular imagen de hace solo cuatro días ante el Málaga. «Estanos motivados y con ganas de demostrar que podemos jugar bien contra cualquier rival. No sabría decir en qué porcentaje, pero sí creo que tenemos muchas opciones de pasar de ronda», señalaba Sansone, portavoz ayer del sentir de toda la plantilla.

El ambiente en las gradas debe sumarse a la ambición de los de Escribá. «He jugado en este estadio y sé lo difícil que es sacar un buen resultado aquí», recalcaba el romanista Fazio, que sabe que pasar el examen ante el Villarreal colocaría a su equipo «mucho más cerca del objetivo», que no es otro que poseer una de las dos plazas para la final que se disputará el 24 de mayo en Estocolmo.