Vive sus días finales en el Camp Nou. Eliminado ya de la Champions por la Juventus, y con el horizonte lejano de la final de la Copa (27 de mayo) ante el Alavés,Luis Enrique se asoma al Bernabéu. Es su último clásico como entrenador del Barcelona. Y lo vive angustiado todavía por el recuerdo de aquella primera parte en Turín ("la recordaré por los siglos de los siglos", confesó) que le echó de Europa. Ahora, el técnico asturiano no quiere verse también fuera de la lucha por la Liga cuando aún queda un mes de competición. Necesita aprovechar la última bala que le queda: ganar en el Bernabéu.

"No hay mejor estímulo para un culé que ganar en el Bernabéu, es un estímulo maravilloso", ha proclamado el técnico azulgrana, instando a sus jugadores "a levantarse tras la dura derrota" ante la Juventus. "El objetivo es ser fieles a nuestra manera de jugar, sería irrisorio ahora cambiar. Hay que ser muy efectivos", ha exigido Luis Enrique, quizá recordando que en tres de los cuatro últimos encuentros el Barcelona no ha marcado ni un solo gol: Málaga y el doble duelo con la Juve.

CON Y SIN NEYMAR

Sabe Luis Enrique que es la última oportunidad para tener opciones de mantener el trono en la Liga. "Es una jornada decisiva, será una final para nosotros. Es un clásico que puede sentenciar la Liga o dejarla más abierta", ha reconocido el entrenador azulgrana, explicando que "a lo largo de estos años el Barcelona ha demostrado que puede ganar en el Bernabéu y de manera clara". Lo decía, aunque no lo citó abiertamente, al 0-4 en el que su equipo, con Messi de suplente, batió al Madrid en noviembre del 2015.

Está pendiente el técnico de saber si tendrá o no a Neymar, que cumpliría su segundo partido de sanción en el Bernabéu. "El club está haciendo todo lo posible para contar con Neymar. ¿Justa o injusta su sanción? Mejor no pronunciarme, pero tranquilos", dijo Luis Enrique mirando a los periodistas, "porque estamos preparados para jugar con Ney y jugar sin Ney".