Si el acto hubiera sido el miércoles, al día siguiente de la catástrofe de París, se habría cancelado. Pero el disgusto empieza a estar asumido y digerido, lo que conduce a la siguiente reacción: el deseo de reparar el desastre. «Es un lindo desafío», dice Luis Suárez sobre una remontada del 4-0 al PSG, que sería antológica. Por el volumen de goles que necesitan y porque nadie lo consiguió antes en la Champions.

«Si queremos quedar en la historia de este club, tenemos que dar la vuelta a la eliminatoria», considera el uruguayo, que participó ayer en la clausura de un proyecto benéfico.

«Somos uno de los pocos equipos que podemos revertir esta situación», insistió el delantero charrúa, ilusionándose con la proeza: «Si marcamos dos goles en 20 minutos o en los primeros 45 minutos, puede cambiar todo».

Y esa ilusión es lo que moverá al equipo azulgrana, que trata de dejar atrás cuanto antes la pesadilla y las consecuencias que ha provocado. «Culpables somos todos», recalcó, respondiendo a las acusaciones a Luis Enrique como el máximo responsable de la derrota en el Parque de los Príncipes. «Con él también disfrutamos», recordó, en alusión a los títulos conquistados: 8 de los 10 últimos.