Archivado el episodio de pánico que le causó la Juventus en el Bernabéu en la vuelta de cuartos, el Madrid volvió a la semifinal de la Champions para aguar la fiesta al Bayern en el Allianz. Remontó el equipo blanco un gol de Kimmich con tantos de Marcelo y Asensio para llevarse un nuevo triunfo del estadio del campeón alemán, que tiene motivos para sentirse algo más que frustrado.

Son ya tres victorias seguidas allí en los últimos años, con otras tantas en el Bernabéu, para engordar la nueva tendencia triunfal del cuadro madridista. Una marcha que no lograron quebrar ni Guardiola ni Ancelotti y que ahora va a constituir una misión realmente complicada para Heynckes, el entrenador que ganó la séptima con el Madrid y cuyas posibilidades de cortarle el camino hacia la final de esta edición han quedado reducidas sensiblemente, si es que los madridistas no vuelven a jugar con fuego la semana que viene en su feudo.

Superó momentos de desconcierto inicial el cuadro blanco para golpear en los momentos clave y dar un gran paso hacia su cuarta final en cinco años, lo que le dejaría a las puertas de elevar a trece el número de sus Copas de Europa. Un horizonte que empujó al equipo español para dar la vuelta al marcador, con Asensio y Lucas de nuevo protagonistas, y aguantar con firmeza después las acometidas del Bayern, lideradas casi siempre por un rejuvenecido y enorme Ribéry.

Se confirmó la previsión de que Benzema iba a ser carne de banquillo, lo mismo que Bale, y fue Lucas el elegido por Zidane para derrochar trabajo y quemar kilómetros por el carril derecho en ayuda de Carvajal, que no tuvo un comienzo nada lucido. No había pasado un minuto cuando el lateral derecho despejó a lo loco para que el balón rechazado acabara a pies de Lewandowski; el polaco pasó al desmarcado Müller pero el balón no le llegó en las mejores condiciones para marcar. Instantes después, el cuadro alemán reclamó penalti por mano de Carvajal que fue más bien hombro y el Madrid siguió sin cogerle el aire al choque debido a la buena presión alemana.

el Madrid se recupera / El buen ritmo impuesto por el Bayern provocó que la dispersión anidara en los de Zidane, sin claridad alguna para trasladar el balón hacia las posiciones de vanguardia, donde Cristiano Ronaldo no podía aparecer y aún menos Isco. Y es que los blancos se tiraron casi 20 minutos sin probar a Ulreich.

Se serenó el Madrid, comenzó a sentirse cómodo con el balón y a nublar las salidas del Bayern, pero una insensatez de Marcelo provocó que Kimmich encontrara vía libre hacia el primer gol del partido (m. 28).

Volvió a reinar el desconcierto en la defensa blanca, que respiró aliviada cuando un mal control de Ribéry, a quien Thiago había dejado solo ante Navas, evitó que el partido se pusiera mucho más cuesta arriba para los blancos.

Ocurrió, sin embargo, que después de salir indemne en dos claras ocasiones de Hummels y Müller, el Madrid golpeó por medio de Marcelo, que enmendó su patinazo en el tanto de Kimmich con un zurdazo cruzado imposible para Ulreich (m. 44).

sentencia Asensio / Al descanso se llegó con empate porque Lewandowski perdonó de cabeza. De él volvió el conjunto madridista con Asensio en lugar del desafortunado Isco y, después de que Müller no llegara a remachar a centro de Ribéry aparecieron el mallorquín y su gran socio, Lucas, para dar otro zarpazo deprimente para el Bayern. En un regalo de Rafinha en el círculo central nació la contra que acabó con balón picado por Asensio.

Un triunfo que Ribéry no dejó de comprometer una y otra vez, pero que la defensa y sobre todo Navas aseguraron mientras Ronaldo protestaba por la anulación de un tanto al que había precedido un control claro con el brazo. El Madrid aguantó y ya sueña con la final de Kiev.