No hay duda de que Maurizio Sarri, entrenador del Nápoles, es un tipo muy peculiar. Este hijo de ciclista y extrabajador de banca que utiliza drones para grabar los entrenamientos ya juega la vuelta de los octavos de final de Champions (esta noche, a las 20.45 horas, A3), en el que tienen que remontar el 3-1 del Bernabéu, con una frase lapidaria. «La presión es para el Madrid, porque son campeones de todo, los más ricos y los que deben pasar, pero nosotros intentaremos tocarle los huevos. Lo intentaremos, aunque llevan 46 partidos sin dejar de marcar», afirmó Sarri, con el que no se habla Aurelio de Laurentis, el presidente de club, que criticó con dureza al equipo por el resultado de la ida.

Todo está preparado para que la caldera de San Paolo comience a tomar temperatura hasta convertirse en un infierno para los blancos, que buscan los cuartos por séptimo año consecutivo.

ATRINCHERADOS // Al Madrid le espera un ambiente infernal con más 60.000 personas ansiosas de ver a su equipo dar la vuelta a la eliminatoria. «Me ha dicho Pepe Reina que vamos a sufrir mucho, aunque estos ambientes son hasta bonitos», afirmó Carvajal. El Madrid ha decidido atrincherarse en un hotel con capacidad para 146 habitaciones, que ha cerrado para la expedición. El problema es que el lujoso Palazzo Caracciolo, que fue una antigua fortaleza, está en el centro de la ciudad y, pese a que cuenta con habitaciones insonorizadas, nada indica que la plantilla madridista pueda descansar.

El problema para los blancos es que el trabajo de los hinchas radicales, que están dirigidos por miembros de la Camorra, ya ha comenzado. Pese al cordón policial de 60 metros alrededor del hotel, anoche se esperaba que el ruido superase los decibelios hasta taladrar las paredes de las habitaciones donde descansaban los jugadores blancos. Incluso la pirotecnia estaba preparada para quebrantar el reposo de la expedición merengue, que ya escuchó insultos a su llegada al hotel.

TRIUNFO ANTE LA ROMA // En ese momento, ayer, el Madrid comprobó que toda la ciudad espera un partido al que el equipo de Sarri llega con la moral muy alta tras el triunfo en el Olímpico frente a la Roma (1-2), segundo del que solo le separan dos puntos en la clasificación. Sarri tiene las claves para salir superar la prueba. «Hay que jugar perfectos en defensa y tener en cuenta que, físicamente, también son más fuertes que nosotros», apuntó el entrenador del conjunto partenopeo.

LA INNEGOCIABLE ‘BBC’ // Enfrente, todo indica que Zidane vuelve a ponerse en manos de la BBC y un 4-3-3 que se antoja más peligro que nunca, más aún después de ver el buen funcionamiento del equipo en Ipurua ante el Eibar con 4-4-2. Su obsesión por Bale, Benzema y Cristiano puede tener elevado precio por el desequilibrio que supone contar con futbolistas a los que le cuesta un mundo presionar. Quizá por eso, Zidane ha enviado un mensaje muy claro. «Lo importante es la actitud, no el dibujo. No cambia nada poner cuatro en medio campo. Lo que tiene que cambiar es la mentalidad que debemos tener», apuntó el técnico francés.