E l Real Madrid, sin Liga (a 19 puntos del liderato), sin Copa del Rey (eliminado inesperadamente en cuartos) y ya veremos sin Champions (en pocas semanas dirime una complicadísimo cruce de octavos frente al PSG). El Leganés de Asier Garitano, que en sus inicios como técnico entrenó al Castellón y que ha ascendido con los pepineros de Segunda B a Primera, protagonizó una gesta histórica, ganar en el Bernabéu (1-2), para neutralizar el 0-1 de Butarque y meterse en las semifinales.

Zidane creía que la ventaja de la ida era suficiente, por lo que reservó a sus titulares. Con todo, formó un once con Sergio Ramos, Lucas Vázquez o Marco Asensio, con Karim Benzema en punta.

Como en la ronda anterior contra el Villarreal, el guardameta Nereo Champagne sostuvo al Leganés, que, a la media hora, igualaba la eliminatoria con el golazo de Javier Eraso, un trallazo inalcanzable para Kiko Casilla. Antes, Claudio Beauvue había estrellado una falta en el poste.

El Bernabéu se impacientaba, despidiendo a los suyos con una sonora pitada. Lo cierto es que el reposo no le pudo ir mejor al Real Madrid, que devolvía la paridad al marcador (y volvía a estar virtualmente clasificado) con el tanto de Benzema, en el segundo minuto, en lo que parecía una reconciliación con la grada.

El conjunto de Garitano ni se inmutó y Gabriel Pires, en el minuto 55, marcó el 1-2, el gol que, a la postre, selló otro patinazo histórico del Madrid en el torneo del KO, en una temporada que parecía haber cobrado una mayor importancia al estar tan lejos del Barcelona. A pesar de quedar más de media hora, los blancos no pudieron arreglar el desaguisado.

ZIDANE, TOCADÍSIMO // Un marcador que deja a Zidane más tocado que nunca, sin encontrar los resortes para hacer funcionar a su equipo, sobre todo en casa. Una vuelta a las andadas, después del 7-1 del domingo frente al Deportivo, que deja la Champions como tabla de salvación de una temporada de los blancos.