El último derbi madrileño en el Bernabéu deja un ganador moral en las filas blancas. En pleno debate sobre la conveniencia de renovar su contrato (pide dos años más y Florentino le ofrece uno, más otro condicionado a objetivos), Pepe se ha ganado un hueco en el corazón del madridismo.

Su gol, pero especialmente la forma en la que se marchó del estadio (el choque con Toni Kroos le dejó dos costillas rotas) y su coraje han provocado la reacción de los aficionados blancos, que piden a su presidente que acceda a lo que reclama Jorge Mendes (agente del futbolista) para la renovación del compromiso de un central que aterrizó en la capital en verano del 2007 previo pago al Oporto de 30 millones de euros. «Tengo contrato hasta el 30 de junio y voy a esperar al Madrid hasta el último segundo (su representante asegura tener ofertas del PSG, el City y, por supuesto, de China, donde le ofrecen 12 millones netos anuales) porque esta es mi casa y considero que tengo un valor para poder estar en este club. Trabajo para eso, me sacrifico para poder estar aquí», manifestó el central durante el acto del 29º aniversario de la peña Ramón Mendoza.

«Pepe representa muy bien esa unión entre el equipo y la afición. Es un jugador ejemplar en todos los órdenes. Es un jugador que se mata en el terreno de juego y que lleva en su corazón al Real Madrid. Lo sabemos todos y yo se lo quiero agradecer», replicó Florentino, en una primera aproximación a lo que toda apunta que tendrá un final feliz para el jugador luso.