Son ya más de 70 los compromisos europeos en la cuenta particular del Madrigal, pero pocos tan trascendentes como el que mañana vivirá frente al Steaua. No hay ningún título en juego, ni siquiera el pase a una final o a una semi, pero precisamente radica en lo prematuro de las urgencias (tan inusuales como el horario: las cinco de la tarde) para el Submarino, habituado a llegar muy lejos en las competiciones continentales, la repercusión del choque. Por si fuera poco, este encuentro, que sirve para resolver el igualadísimo grupo, ya cuenta con un componente histórico, por el contingente de aficionados rivales: cerca de 5.000 rumanos, una cifra que ningún equipo visitante ha llegado a congregar.

Ahí, en la grada, estará la primera batalla que conquistar. El Madrigal apunta al no hay billetes (24.500 espectadores). Por motivos de seguridad impuestos por la UEFA, el sector visitante se reduce a la mitad (1.500 localidades), de las que restan por vender menos de 500. Además, de las 4.000 entradas (aproximadamente) que el Villarreal sacó en taquilla, la mayoría de ellas han sido adquiridas por aficionados del Steaua no desplazados desde su país, si no por la amplísima comunidad rumana asentada en la provincia y zonas limítrofes.

La segunda --y más importante-- batalla estará en el césped. El Villarreal tiene un 50% de posibilidades de acceder a los dieciseisavos de final. Si gana, objetivo cumplido; si empata a cero o a uno, adelante si no vence el Zúrich en Ankara al Osmanlispor; y si empata a dos o más goles, a esperar al empate en Turquía para certificar la clasificación.

La prematura eliminación en Europa supondría un serio contratiempo económico. Habría que esperar para ponerle una cifra, pero conviene recordar que el Submarino recaudó, directamente, 16,5 millones de euros por la pasada edición de la competición, en la que acarició la final. Algo más de la mitad fue en concepto del llamado market-pool, que engloba, como partidas principales, los derechos de televisión y la publicidad. Por ahora, los amarillos tienen asegurados los 2,6 millones del fijo por participar y menos de un millón por los resultados obtenidos.

No se le puede poner precio al prestigio, pero quedar en la cuneta mañana significaría, igualmente, un revés para un equipo acostumbrado a ser altamente competitivo en el viejo continente. Sin ir más lejos, el Submarino, en sus siete anteriores participaciones en la Copa de la UEFA/Europa League, siempre ha llegado al menos hasta los dieciseisavos de final (ver información adjunta).

LA RECONSTRUCCIÓN // Desde el punto de vista meramente estadístico, hay que destacar el refuerzo anímico de reconstruir el fortín del Madrigal, donde los amarillos han perdido el último compromiso de las dos competiciones ya en marcha esta temporada. En la Liga, el 0-2 con el Alavés; en la Europa League, 1-2 frente al Osmanlispor, que puso fin a un año entero ganando todos los partidos en este torneo, con ocho victorias en otras tantas citas (14 goles a favor y 2 en contra).