Los últimos seis derbis en el Madrigal se han saldado con cuatro victorias locales y dos empates. El Villarreal, que goleó en la pasada edición del enfrentamiento regional por 4-1, confía en seguir ampliando la racha ante el vecino.

Pase lo que pase en este partido, los aficionados amarillos ya saben lo que pueden esperar de los suyos. Marcelino afronta su tercera temporada en el banquillo del Madrigal y ha impregnado al equipo de unas señas de identidad innegociables: este Villarreal siempre compite.

Es cierto que ha cosechado tres derrotas -contra los tres primeros clasificados de Liga-, pero nunca ha perdido la intensidad ni renunciado a su propuesta. Más de lo mismo pasa en las altas esferas.

Fernando Roig acumula 17 temporadas al frente del club, en las que lo ha transformado de pies a cabeza. La deuda del Villarreal es cero; el pilar en el que se sustenta el presente, y sobre todo, el futuro de la entidad, está en la Ciudad Deportiva; y no gasta un euro más de lo que le permiten las arcas.

En el último mercado, el Submarino ha desembolsado 10,5 millones en Vietto, Asenjo y Jonathan dos Santos. Víctor Ruiz ha llegado cedido precisamente por el Valencia --le paga la mitad de su nómina--, mientras que Rukavina y Espinosa llegaron con la carta de libertad.

La estabilidad en todas las áreas, así como la sostenibilidad económica del Villarreal contrasta con los problemas que ha arrastrado --y sigue arrastrando hasta que Lim diga lo contrario--, su oponente. En el Madrigal solo se habla de fútbol y eso permite crecer a un club humilde, pero muy ambicioso. H