El 2012 vuelve a ser el año de Marcos Senna. Justo el año en el que el centrocampista de Río de Janeiro cumplirá 36 años parece ser el del renacimiento del gran capitán de los últimos años. Es como si todas las dificultades por las que ha atravesado en los últimos meses, como la dura negociación para seguir en el club, los malditos problemas físicos en los adductores y, en consecuencia, su irregularidad en la primera vuelta, se hubieran transformado en una energía positiva que le ha permitido volver a coger el timón de este Submarino que navega entre la zozobra que le mantiene cerca del descenso y las ganas de enfilar el rumbo hacia la zona tranquila.

El Villarreal disfruta de la segunda juventud de Senna. O la tercera. O la cuarta... Porque la cuerda de este todoterreno parece no tener fin. Senna sobrevivió a dos gravísimas lesiones de rodilla y despejó todas las dudas sobre su recuperación convirtiéndose en pieza clave de la Roja campeona de Europa con 32 años. Y el tiempo pasa. Y Senna sigue ahí, en primera línea. “Es cierto. Me encuentro muy bien y, por fin, esta temporada he encontrado la línea a seguir. La edad parece que no me está pasando factura y estoy con fuerzas para seguir peleando a muerte para ayudar al equipo a ir hacia arriba”, dice.

Molina ha sabido leer a la perfección el papel que puede desempeñar Senna en esta segunda vuelta y le ha devuelto todos los galones. Junto a Bruno, su alma gemela, su heredero, ha contribuido a poner orden en el juego. Y el Villarreal lo agradece. Y Senna también agradece la confianza de su entrenador con una resistencia inusual para su edad. Ante el Athletic jugó los 90 minutos, igual que en la victoria ante el Granada, o la de Sevilla. En Mallorca, 80 minutos. Alicientes como el golazo del pasado domingo le ayudarán a mantener la fuerza. “No soy un goleador, ni mucho menos, pero me hacía falta marcar, porque otras temporadas siempre caía algún golito”, apunta. El Madrigal le vio celebrar una diana más de tres años después --el último databa de octubre del 2008, ante el Betis--.

Con Senna al 100%, el Villarreal tiene un plus para seguir remando hacia arriba. “De aquí al final habrá que luchar y sufrir mucho, pero lo sacaremos adelante”, comenta convencido el capitán, que destaca la tremenda igualdad de esta Liga, “en la que los de arriba no acaban de despegar, pero nosotros tampoco logramos distanciar a los de abajo”.

Otro valor añadido para lo que queda de Liga, confía, puede ser Nilmar: “Me alegro mucho por él ya que estos meses ha pasado apuros, momentos complicados, y el gol ante el Athletic le dará ánimos. Es un jugador importante y nos vendrá bien que siga marcando a partir de ahora”. H