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@josellizarraga

Dentro de tres meses se cumplirán cinco años del descenso del Villarreal CF a Segunda División A. Siempre pensé que de lo malo se podría extraer algo positivo, por ejemplo curar el mal de altura en que se había instalado el club y su entorno. Era una buena lección para entender lo perdido.

El Submarino acumula 17 temporadas en Primera, en 13 de ellas ha disputado alguna competición continental, aunque haya caído en la previa o en la Intertoto en alguna. En ese periodo de tiempo, ha logrado ser subcampeón de Liga, ha disputado cuatro semifinales europeas y ahora mismo es el número 20 en la clasificación histórica de la Liga española.

Esta temporada tendrá un presupuesto de 103 millones de euros y completará el ejercicio con superávit. Datos objetivos, que podría ampliar con que en diciembre de 2004 fue el mejor equipo por la IFFHS. Argumentos irrefutables.

Decía que pensaba que el mal de altura estaba totalmente curado y superado, pero parece que todavía quedan ramalazos. Las redes sociales se han convertido en la barra del bar de antaño. Todos tienen derecho a opinar, pero también a respetar.

No hace mucho escuché con paciencia e incredulidad cómo un aficionado criticaba la política de cantera, e interpretaba que eran pocos los chicos que ascendían al primer equipo. Lo basaba en que un conocido suyo se había quedado en el camino. Hoy ese jugador juega en Preferente.

Y situaciones de ese tipo, exentas de criterio, vuelven a germinar alrededor del Submarino. No hace mucho, el consejero delegado, Fernando Roig Negueroles, tuvo que aguantar que varios aficionados le recriminasen por qué no había destituido al entrenador después del 0-4.

Observo una crispación fuera de lo normal con la figura del entrenador.

respeto por escribá / Hace tiempo que quería referirme a ella. Puede que Fran Escribá no sea el mejor entrenador de Primera División, pero estoy seguro de que es mejor que muchos de los que ahora dirigen clubs de la élite. Y también considero que existe una falta de consideración y respeto por un hombre que es un profesional de pies a cabeza y un tipo honesto.

Es cierto que en la ida contra la Roma en el Estadio de la Cerámica las sensaciones que dejó el partido fueron de que la situación se le iba de las manos, y una imagen decadente, pero ha logrado parar el golpe.

No voy a entrar en comparaciones con otros extécnicos. Yo ya he dicho en repetidas oportunidades que Marcelino García Toral y Manuel Luis Pellegrini son los mejores que yo he conocido en el Villarreal. Escribá es Escribá. Y siempre mantiene su misma línea, en los malos y en los buenos momentos. Nunca ha sacado pecho y tampoco se ha hundido.

No hace aspavientos ni se vuelve loco en el banquillo chillando, pero sí que toma decisiones y nunca esconde nada. Mi máximo deseo es que concluya la temporada y luego ya habrá tiempo para analizar si continúa o no. Pero mientras tanto, se merece todo mi respeto y considero que el de la afición. Hoy el Submarino es 6º en quizá la mejor liga del mundo... no está mal.

No tengamos mal de altura. Si empezamos a creer que el Villarreal debe ganar con la gorra a cualquiera no estamos en el buen camino. Entre otras cosas porque este es un club mucho más grande que su hábitat. Y eso ya es un hándicap.

Uno siempre tiene que saber quién es y de dónde viene. El gélido ambiente del encuentro de ida contra la Roma en la Europa League en el Estadio de la Cerámica no me gustó absolutamente nada. La crítica es buena, el respeto también y un club no se dirige desde la barra de un bar. Le tengo pánico al mal de altura. No caigamos en errores del pasado.