El Málaga dio un aviso a quienes dudan de que llegue relajado al último partido de Liga contra el Madrid. Míchel dijo semanas atrás que prefiere que el equipo blanco gane la Liga al Barça, pero por encima del comentario poco afortunado del actual míster de los andaluces, su equipo dejó constancia en San Sebastián de que será competitivo hasta el último segundo del campeonato.

De hecho, ayer aguó la fiesta de la Real Sociedad, que aspiraba a asegurarse un puesto en la Europa League y el empate final le deja igual que estaba, pendiente de lo que hagan Villarreal y Athletic en la última jornada o, en el peor de los casos, de que el Alavés no gane la final de la Copa del Rey.

La tarde comenzó animada, con el homenaje a Mikel González, que deja el club tras 20 temporadas, y acabó con sufrimiento, pues Jon Bautista empató a cinco minutos del final. La Real jugó mejor y tuvo más oportunidades, pero no definió bien (Willian José envió un cabezazo al larguero) y le costó caro.