El partido pudo caer de cualquier lado”. Así de sincero fue Luis Enrique, el entrenador del FC Barcelona, al que no le dolieron prendas en reconocer el buen planteamiento de Marcelino y el buen hacer del Villarreal, confesando incluso que le sorprendió como los amarillos taponaron a la perfección las vías de pase por el centro, obligándoles a ejecutar por las bandas.

Al respecto, el preparador azulgrana alabó la gran coordinación defensiva del Submarino, que privó al combinado culé de gozar de más ocasiones de gol.

BALONES AL PALO // En el otro banquillo, Marcelino lamentó el hecho de haber enviado tres balones a los postes ante un rival de tanta entidad, una circunstancia que hubiera abierto la posibilidad de puntuar ayer.

Incluso para el míster del Submarino la lesión de Jaume Costa fue una de las “claves” que decantaron el partido del bando azulgrana. Su lugar en el lateral zurdo lo ocupó el central Gabriel, a quien el propio Marcelino felicitó por su papel. La mala suerte, en resumen, es a lo que apeló el entrenador groguet, que recordó que la pasada campaña ya se perdió ante el Barça con dos tantos en propia puerta. H