Jordi Marenyà, uno de los capitanes, la imagen de la campaña de abonos, canterano, un jugador de superior categoría que no elude una vez más el desafío de ascender al Castellón a Segunda B, uno de los que David Cruz tiene sin cobrar desde septiembre, reivindicó su valía con un gol en el minuto 90. Un empate agónico en el siempre difícil territorio del Rayo Ibense, que se adelantó de penalti en la primera jugada del partido, para elevar a 16 las jornadas sin perder (a expensas de la resolución de los 34 minutos que restan por disputarse en Xàtiva, suspendidos el domingo por la lluvia), permitiendo a los albinegros marcharse al parón navideño, muchísimo más largo para ellos, en la segunda posición.

La tarde no pudo empezar de la peor manera posible, con un penalti en contra, cometido por Jesús López, que Javi Navarro, el capitán del Rayo Ibense, transformó al segundo minuto. Si al Castellón (Castelló rescató el 4-4-2, con la pareja Esaú-Fonte en punta) ya le esperaba un encuentro de armas tomar, más todavía viéndose por debajo en el marcador recién salido del vestuario.

El Castellón monopolizó el balón y las ocasiones. Especialmente clara fue, rozando la media hora, la de Fonte, que erró un mano a mano, asignatura pendiente del burrianense. Esaú y Corbalán también rondaron el empate.

En la segunda parte, más de lo mismo, aunque los albinegros llegaron con menos nitidez a las inmediaciones de Edu. En el 56’, una cesión al guardameta alicantino, que tocó el esférico con las manos, fue interpretada por Carrillo García como voluntaria. El zapatazo de Esaú tomó la dirección del fondo de la red aunque, in extremis, un defensa despejó la pelota. Un cuarto de hora después, fue Ximo Forner quien tuvo la opción de igualar.

desenlace AFORTUNADO // El Rayo Ibense volvió a quedarse de piedra. Si el año pasado, en ese mismo escenario, un gol de Guille Vázquez en el descuento había permitido abrir la competición de forma victoriosa, anoche aparecía Marenyà en el 90 para, después de las buenas oportunidades desperdiciadas, llevar al marcador algo de justicia. El afortunado empate provocó una ristra de protesta de los locales, que el árbitro saldó repartiendo tarjetas a diestro y siniestro, como si fuesen felicitaciones navideñas.

Mientras, los albinegros, tan contentos. Otro partido más sin perder (16), segundos al parón tras haberse disputado la primera jornada de la segunda vuelta y la seguridad matemática de que, pese a que seguirá descansando cuando la competición vuelva a ponerse en marcha, nadie le bajará de la zona de play-off.