Se hizo de rogar, pero, al final, acabó satisfaciendo los ruegos del centenar de espectadores que, después de haber conseguido que los jugadores volvieran al césped desde el vestuario para saludarles por la victoria que conduce al coliderato, también querían ese gesto por parte del entrenador. Calderé, sorprendido, salió, entroncando este hecho en la sala de prensa con el que presenció el día de su llegada a Castalia, aunque por otro motivo distinto.

“Me ha sorprendido que pidieran que yo saliera”, comenzó, refiriéndose luego a lo sucedido ante el Paterna, cuando una parte de la afición reconoció el esfuerzo de aquella aciaga noche, que casi conduce al empate pese a los dos expulsados. “Ahí empezaron a saber los jugadores que con ganas, lucha y pelea, y encima buen juego como hoy [por ayer], a donde pueden llegar”, reseñó el tarraconense. “Agradezco a los espectadores el detalle”, continuó.

Calderé no ocultó que, a medida que fueron cayendo los goles, empezaron a buscar el liderato, pese a que no les obsesiona: “Después del 4-0, han empezado a preguntarnos [los jugadores] si hacían falta uno o dos más. Lástima del penalti que nos han pitado a última hora. Es algo anecdótico, con lo que queda todavía de competición”. Un poco más adelante, advirtió: “¡Cuidado! Esto no ha terminado aún”.

LA TRANSFORMACIÓN // En menos de dos meses, Calderé ha convertido al Castellón en un equipo que no ganaba a otro que no solo no pierde, sino que gana y gana (cinco victorias seguidas ya): “Puede que la evolución del equipo haya sido más rápida de lo previsto, pero hay calidad, talento y una buena plantilla”. Plantilla que espera a nuevos integrantes. “Tenemos una ficha libre. Veremos la decisión final que tomamos. Ramón [Moya] ha estado este fin de semana en Cataluña, viendo al Espanyol B y otras cosas...”, dejó caer el técnico tarraconense. H