El "ogro", como se autodenominó Luis Enrique, por la necesidad y obligación que tiene, al ser entrenador del Barça, de escoger en cada partido, de premiar a unos y descartar a otros, no ha querido hablar, tampoco hoy, de su posible marcha o renovación. Ni siquiera de si, como se rumorea, su amigo y segundo, Juan Carlos Unzue ("eso no toca hoy"), está preparado para ser su sustituto. Sí habló, y muy bien de Andrés Iniesta y Sergio Busquets (“son los mejores del mundo en sus puestos y, por tanto, es difícil sustituirlos, pero tengo muchas y buenas posibilidades”) y también, por supuesto, de Leo Messi, cuya renovación, dicen, ha empezado ya a negociarse.

Preguntado si creía que, de seguir en el Barça, Messi podría seguir evolucionando como ha hecho hasta ahora, Luis Enrique aseguró que eso está “fuera de toda duda”, no tanto por su físico como por el hecho de que es muy inteligente y sabrá adaptar su juego, su posición, su aportación al equipo a medida que vayan pasando los años, como ha hecho magníficamente hasta el momento.”Su proceso tiene mucho que ver con su madurez futbolística y mental”, señaló el míster asturiano.

AQUEL MESSI SOLO GOLEADOR

“Ha habido épocas, especialmente al inicio, en las que veíamos un Messi más goleador o casi solo goleador, pero ahora se ha convertido en un futbolista total, con capacidad y posibilidades de hacer cualquier cosa, tanto en ataque como en defensa”, siguió comentando Lucho, a quien pareció agradable la pregunta ante la posibilidad de seguir elogiando a su estrella y, tal vez, quién sabe si ayudando a su renovación.

“Como es muy inteligente, estoy seguro de que Messi irá supliendo las carencias físicas del futuro, pese a que él nunca ha necesitado de su físico para jugar como juega, con su enorme calidad técnica, capaz de jugar siempre a uno o dos toques. Además, Leo ve, como pocos, donde están los espacios, sabe jugar sin balón, se sabe posicionar estupendamente y, encima, con su enorme calidad técnica resulta lo que vemos cada día, en cada partido: un futbolista único”, fueron las últimas palabras de Luis Enrique sobre su líder.