Algunos aficionados del Villarreal reprochan al club que no haya realizado una mayor inversión en el mercado de invierno para reforzar la delantera tras el traspaso de Bakambu. Nadie puede discutir, ni discute, que el equipo vaya a echar de menos a un futbolista capaz de marcar 47 goles en dos temporadas y media. De hecho, en los últimos partidos contra Betis y Alavés, ya lo ha hecho... Dicho lo cual, y con todo el respeto, con ciertos comentarios se da a entender que este deporte se asemeja al mítico PC Fútbol, y la realidad es bien distinta.

Después de dos décadas en las que el Villarreal ha pasado de pelear por la permanencia en Segunda, a codearse con los grandes del fútbol español, es tontería discutir los méritos de la directiva que los ha hecho posibles. Con sus aciertos y sus fallos, el margen de error de este club es muy inferior al de algunos de sus hoy considerados rivales directos.

Los 37 millones que se han ingresado por Bakambu se acabarán reinvirtiendo, como ha pasado hasta ahora, en potenciar la plantilla, pero igual que recuperar la fuerte inversión realizada por Semedo se antoja hoy misión imposible, exigir un gasto que no garantiza resultados deportivos, no parece lo más oportuno.

Tiempo habrá para juzgar las llegadas de Roger, Ünal y Javi Fuego, pero entrar en debates estériles cuando se afronta esta semana la ilusionante eliminatoria contra el Lyón y se lucha en Liga por volver a Europa el próximo año no lleva a ningún sitio.